Una de las claves de esta estrategia es la producción de yodo, un componente esencial en la fabricación de células solares de perovskita. Japón, como segundo mayor productor mundial de este material, tiene la capacidad de construir una cadena de suministro independiente, lo que fortalecerá su seguridad económica y reducirá la dependencia de importaciones extranjeras.
Empresas como Sekisui Chemical Co. ya están trabajando en el desarrollo de módulos avanzados de PSC con el respaldo del gobierno japonés. Estos paneles solares ligeros y flexibles permitirán una integración sin precedentes en entornos urbanos, abriendo nuevas posibilidades para la recolección de energía en ciudades densamente pobladas.
¿Cómo transformará la tecnología PSC el futuro de la energía solar?
Las células solares de perovskita ofrecen ventajas significativas sobre los paneles tradicionales:
- Flexibilidad y adaptabilidad: Se pueden instalar en superficies como ventanas, fachadas de edificios, techos de vehículos y farolas.
- Mayor eficiencia en espacios reducidos: Su diseño liviano permite maximizar la producción energética en ciudades con limitaciones de terreno.
- Sistemas híbridos: Su combinación con energía eólica optimizará el rendimiento de las renovables.
- Reducción de costos: Se espera que el precio de la energía generada con PSC baje a 10 yenes por vatio en 2040, facilitando su adopción masiva.