El desarraigo y una nueva vida
Paula emigró junto a su hija Jazmín, que en ese entonces tenía 18 años. Más tarde, se unieron sus otros dos hijos, Juan Ignacio (27) y Ramiro (25). Actualmente, Jazmín vive con su novio en Madrid, mientras que Paula y el resto de sus hijos residen en distintos puntos de Palma de Mallorca.
“El desarraigo fue difícil. Mi familia en Mendoza siempre fue muy unida, pero ya había perdido a mis padres y a mi hermana mayor, a quien estaba muy apegada. Esa historia familiar, marcada por enfermedades y pérdidas, también influyó en mi decisión de buscar un cambio. Hoy siento que fue lo mejor que pude hacer”, reflexionó.
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Vacaciones en Mar del Plata, hace varios años.
En esa isla del Mediterráneo occidental, Paula comenzó trabajando en hostels, ya que no tenía el conocimiento de alemán que se requería para otros puestos administrativos. "Fue un comienzo duro, pero me permitió estabilizarme y, por primera vez, empezar a estudiar algo que me apasiona", relató. En 2021, por fin, comenzó a capacitarse como coach y terapeuta. Hoy, ya titulada, trabaja con pacientes y está en proceso de independizarse, aunque no deja su trabajo de base en un hostel.
Los sueños de sus hijos
La mendocina en España aseguró que sus hijos también se adaptaron a esta nueva vida. "Jazmín, que tiene 22 años, trabaja como camarera en Madrid. Está empezando junto a su novio, que busca un lugar en algún club de fútbol. Ambos están construyendo su futuro", relató Paula. Sus otros hijos trabajan en cocina y hoteles, siguiendo caminos independientes.
A pesar de estar lejos, mantiene contacto con su nieta Emma, de 11 años, que vive en Mendoza con su madre. "Es difícil estar lejos de ella, pero trato de estar presente de todas las formas posibles".
Entre dos mundos
Aunque extraña Mendoza profundamente, Paula encontró en Palma de Mallorca un lugar donde puede disfrutar de una vida más estable y dignificada.
"Nunca quise dejar mi provincia porque amo el lugar donde vivía, pero la situación económica me llevó a evaluarlo. Ahora, puedo viajar, capacitarme y disfrutar sin postergarme a mí misma, algo que siempre había sido tan importante", explicó.
Hoy, Paula se siente tranquila y feliz. Añora su país, al que, si bien lo percibe mejor, asegura que aún le falta.
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"Extraño Mendoza, aunque en Palma de Mallorca encontré la paz y la tranquilidad que siempre busqué", dijo Paula.
"Vivo en una isla que, la verdad, es paradisíaca y súper tranquila. El trabajo tiene el cansancio y la exigencia de cualquier otro pero es otro estilo de vida, se vive con tranquilidad y confort", advirtió.
"Vivo frente al mar y siento una gran tranquilidad mental, la de no tener que levantarme pensando cómo poder generar más dinero para estar más tranquila. Y hoy llevo una vida más ordenada y sin la angustia de hacer magia para llegar a fin de mes", repasó.
"Me siento y en paz y creo que, por fin, llegó mi momento, el de priorizarme y realizarme como persona", completa.
Paula está coronando este presente con un libro sobre su vida que pronto logrará publicar. "Habla mucho de mi vida pero también tiene una mezcla de ficción con un poco de novela, pero, obviamente, también relato mucho sobre mí episodios del día en que me desperté de esa inconsciencia en la que vivía", grafica.
En síntesis, el libro, denominado "El Bosque" relata su existencia tras años "dormida" y aceptando realidades que, asegura, "no merecía".