La historia corrió como agua y se hizo famosa por Estados Unidos y el mundo
El mundo de los animales es maravilloso y muy diverso. Tanto es así que hay increíbles historias para contar. Para la siguiente, hay que remontarse hasta el año 1945.
En la ciudad de Colorado, en Estados Unidos, Lloyd Olsen y su mujer Clara estaban matando aves en su granja, de manera tal que les cortaban la cabeza. Sin embargo, un pollo no se comportó igual que los demás.
La increíble historia de Mike, el pollo que vivió más de un año sin cabeza
Después de terminar la tarea, la pareja se dio cuenta de que había un pollo que seguía vivo, increíblemente, a pesar de no tener la cabeza.
El ave corría sin parar por todo el lugar, por lo que los dueños de la granja decidieron dejarlo por la noche en una caja de manzanas, esperando su muerte. Al otro día, el animal seguía vivo para sorpresa de todos.
Como no podía ser de otra manera, la historia corrió como agua y se hizo famosa por Estados Unidos y el mundo. El pollo pasó a llamarse Mike, y recorrió múltiples lugares del país realizando una gira de exhibición.
Los especialistas, sorprendidos por lo ocurrido, decapitaron a otros gallos para ver si corrían la misma suerte, pero los resultados no fueron idénticos.
La revista Life Magazine descubrió la historia de Mike, "el milagroso pollo sin cabeza" y, en pleno momento de fama, el pollo terminó muriendo en Arizona, 18 meses después, en 1947.
A Mike lo alimentaban con comida líquida y agua, directamente por el esófago. La noche en la que murió, terminó siendo por ahogamiento con la misma.
Cómo sobrevivió el pollo a la decapitación
La muerte de Mike el pollo no tardó mucho en saberse, ya que su fama había alcanzado los rincones del mundo. La pregunta que todos se hacían era: ¿Cómo hizo para sobrevivir? Lo cierto es que hay una explicación científica.
Si bien lo que más sorprende es que el pollo no se haya muerto desangrado, el cerebro de un pollo está mayormente concentrado en la parte trasera del cráneo, detrás de los ojos.
El corte en la cabeza de Mike hizo que le quite el pico, la cara, los ojos y una oreja, pero quedó intacto el 80% de la masa cerebral de este animal, por lo que normalmente podía controlar su cuerpo y respiración.
Mientras se conoció la historia del Mike, fueron muchas las personas que intentaron imitar lo que había sucedido, pero lo de este pollo quedó finalmente como un caso único en el mundo.
