Aunque el mundo conoció a Blancanieves a través de la dulzura de Walt Disney en 1937, el origen del relato de los Hermanos Grimm tiene raíces históricas mucho más profundas y menos mágicas, pues la película está basada en la vida de dos princesas reales.
La historia que nadie conoce de "Blancanieves y los 7 enanitos" y el macabro final
Blancanieves es uno de los cuentos clásicos a nivel mundial. Sin embargo, Disney no cuenta la verdadera historia, ya que es mucho más oscura
"Blancanieves y los siete enanitos" fue uno de los primeros grandes éxitos de Disney en el año 1939, vista por muchos niños y con sus miles versiones, hay una historia y un final real que pocas personas conocen. En la siguiente nota te la contamos.
La historia real de Blancanieves
El personaje de esta película se basó en Maria Sophia Margaretha Catharina von Erthal, una noble alemana nacida en 1729 en Lohr am Main. Ella no era una princesa, pero su vida tuvo todos los ingredientes del cuento: un entorno marcado por la minería, la madre de la princesa muere al momento del parto y el padre que se vuelve a casar.
María Sophia había quedado ciega a causa de la viruela y además era una niña, no era una joven adulta como en la historia de Disney. Dice la leyenda que ella pasaba mucho tiempo con los trabajadores de las minas de Bieber, que, en realidad, no eran criaturas mágicas que cantaban al trabajar.
El cuento hace referencia a la cruda realidad de las minas de cobre en la región de Spessart. Debido a los túneles estrechos, se utilizaba a niños para trabajar en las minas. Estos pequeños sufrían la desnutrición y por los trabajos forzados, lo que atrofiaba su crecimiento y les daba un aspecto envejecido y deforme, siendo apodados despectivamente como "los enanitos".
Además, en la versión original de los Hermanos Grimm, la reina malvada le pide al cazador que le traiga las entrañas de Blancanieves para demostrar que la ha matado. El cazador la engaña llevándole las de un cerdo. Al verlas, la reina las devora con avidez y se encarga de hacer el trabajo con sus propias manos.
Los enanitos colocan a Blancanieves, envenenada por la reina a través de una manzana, en un ataúd de cristal. Un día, un príncipe se topa con el cadáver y decide llevárselo consigo; el trotar del caballo hace que el trozo de manzana salga de la garganta de Blancanieves, quien le cuenta todo lo ocurrido al príncipe y el castigo de la Reina Malvada es mucho más sádico que caer por un precipicio.
En la boda de Blancanieves, la villana es obligada a calzarse unos zapatos de hierro calentados al rojo vivo y bailar sin parar hasta caer muerta frente a los invitados.
El final poco conocido de la historia
El final de la película de Disney es objeto de una famosa teoría cinematográfica que cambia por completo la percepción de la obra:
La interpretación oficial es que el Príncipe llega, le da el "primer beso de amor", rompe el hechizo del "Sueño de Muerte", y ambos parten hacia el castillo dorado entre las nubes para vivir felices por siempre.
Pero, muchos sugieren que Blancanieves realmente muere. Bajo esta óptica, el Príncipe no es un hombre, sino una representación de la Muerte (lo que explicaría por qué aparece justo cuando ella "muere" y no antes). El caballo blanco es un símbolo bíblico del más allá, y el castillo que brilla entre las nubes al final de la película no es un lugar físico, sino el Cielo o el paraíso, hacia donde el Príncipe conduce su alma tras despedirse de los enanitos.






