El tomillo es conocido por sus grandes propiedades digestivas, como antiséptico, antiespasmódico y antibiótico. Esta hierba suele utilizarse para tratar problemas digestivos como dolores estomacales, cólicos abdominales y flatulencias, así como para combatir parásitos intestinales.
También se utiliza el tomillo para tratar problemas de la piel como úlceras, piorrea, estomatitis y psoriasis. Para regular la secreción de grasa en el rostro y combatir el acné, se recomienda hacer vapores de tomillo.
Los especialistas también aseguran que el tomillo es ideal para el sistema respiratorio, ya que sirve para combatir la gripe, la tos y el asma. También se utiliza para aliviar la conjuntivitis y como afrodisíaco.
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¿Cómo consumir tomillo?
La forma más fácil de consumir tomillo es al usarlo como condimento para carnes o ensaladas, pero también puede prepararse como infusión. Para prepararlo solo tienes que hervir agua en una olla, echar o exprimir sobre ella el jugo de 1 limón, y sumar unas cucharadas de tomillo y orégano. Espera a que las hierbas larguen todas sus propiedades por unos minutos y luego retira la olla del fuego.
En una taza, coloca 2 cucharadas miel y sobre ella vierte con un colador la infusión de tomillo.