“Vive cada día como si fuera el último” es una frase que todos hemos escuchado alguna vez. Suele usarse como lema de vida, impresa en tazas, remeras o publicaciones motivacionales. Muchos la asocian con una idea de libertad, espontaneidad e incluso con vivir sin límites. Pero pocos saben que su sentido original está profundamente vinculado a la filosofía, y no al desenfreno.
La frase de la filosofía que la mayoría malinterpreta: ¿Qué significa "Vive cada día como si fuera el último"?
La frase “Vive cada día como si fuera el último” suele entenderse como una invitación a vivir sin reglas, pero en su raíz filosófica, apunta a otra cosa.