Según informa el portal DEF en abril pasado, el embajador de Estados Unidos, Marc Stanley, visitó las construcciones de dragado en la provincia de Corrientes. Esto se interpretó como un gesto de preocupación por el interés expresado por China en el futuro contrato. En particular, se apunta a la empresa Shanghai Dredging, subsidiaria del gigante China Communications Construction Group.
La influencia China sobre esta construcción de América del Sur
El Gobierno argentino lanzó una licitación nacional e internacional para concesionar el dragado y balizamiento de esta construcción por los próximos 30 años. En el artículo 16° de la resolución que regula la licitación, se establece que quedan excluidas las personas jurídicas controladas por estados soberanos.
Esto deja fuera a Shanghai Dredging Co., filial de China Communications Construction Company (CCCC), una corporación estatal clave para los intereses estratégicos de Beijing. La decisión de excluir a empresas chinas busca limitar la influencia de Beijing en América Sur y mantener el control de la Hidrovía fuera de intereses geopolíticos extranjeros.
La importancia de esta construcción radica en:
- La Hidrovía Paraná-Paraguay es el canal comercial más importante de América del Sur, conectando a países como Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia.
- Mejora la infraestructura de los puertos ubicados en el corredor hidroviario
- Optimiza el transporte por vía fluvial
- Garantizar la navegación diurna y nocturna los 365 días del año de los convoyes
Esta construcción conlleva un carácter estratégico para la región dada su ubicación geográfica de privilegio, la enorme dotación de recursos naturales presentes en su área de influencia, el potencial productivo y económico, la capacidad en materia de infraestructura portuaria y las disponibilidades energéticas, que favorecen el desarrollo económico y social contribuyendo a la conexión e integración regional.