Claudia Carrasco se emociona hasta las lágrimas cuando habla de su vida. Su historia está atravesada por la lucha y el amor. Madre de mellizos hipoacúsicos, con dificultades cognitivas y económicas, logró fundar su propia organización —Asociación Civil Corazones en Solidaridad—, que recientemente obtuvo su personería jurídica. Ese logro, fruto de años de trabajo, le permitirá ahora representar a su proyecto en la Expo Solidaria de Mendoza, el 22 de noviembre, en el marco de los 40 años del terremoto de 1985.
La Blancanieves mendocina que convirtió el dolor en amor y hoy celebra su lucha en la Expo Solidaria
Una madre hizo de la adversidad un motor para ayudar. Con sus mellizos sordos, fundó una asociación civil. Y se disfraza de Blancanieves para repartir sonrisas
“Esta mamá pide tener salud para seguir haciendo magia para sus hijos y para sus corazoncitos”, dice, mientras se acomoda su clásico traje de Blancanieves, el mismo con el que recorre los barrios más humildes llevando donaciones, abrazos y esperanza.
"Cuando hay amor y decisión todo se puede lograr", dice Claudia, que pide vivir muchos años para acompañar a sus hijos mellizos con discapacidad.
A su lado, José y Claudio —sus hijos mellizos, de 33 años— la acompañan caracterizados como Batman y Darth Vader, los “héroes solidarios” que nacieron de una historia donde nunca sobró nada, pero siempre hubo amor de sobra.
De la lucha a la esperanza y una fundación que ayuda a los demás
Claudia es madre soltera. Sus mellizos nacieron prematuros, con apenas 850 y 950 gramos, y fueron diagnosticados con hipoacusia neurosensorial severa. José, además, padece epilepsia y un grado leve de autismo.
“Estuvieron 27 años sin poder escuchar”, recuerda. “Hasta que finalmente salieron los audífonos que podían cubrir su pérdida auditiva. Vendí pizzetas, rifas, hice bingos… toda la gente que me ayudó me dio fuerzas. Y cuando logramos los audífonos, dije: ‘Si me ayudaron tanto a mí, ¿por qué no hacer lo mismo por otros?’”, cuestiona.
Así nació Corazones en Solidaridad, primero como un pequeño comedor barrial durante la pandemia, cuando Claudia transformó su casa de Guaymallén en un refugio para quienes más sufrían. “Dejábamos carteles que decían ‘Estamos con ustedes’. Llevábamos comida, medicación, abrigo. De a poco, la gente empezó a sumarse. Todo desde el amor”, cuenta.
Una Blancanieves muy real
El día en que pidió la personería jurídica de su asociación, Claudia lo hizo vestida de Blancanieves y acompañada por sus mellizos, los superhéroes solidarios. “Así entramos al Concejo Deliberante de Guaymallén”, recuerda entre risas. “Con mi traje y mis hijos disfrazados. La banca del vecino nos dio la oportunidad de pedir ayuda, y gracias a eso hoy tenemos la personería jurídica. Fue un sueño cumplido”.
En una de las tantas campañas, junto a sus inseparables mellizos.
La obtención del reconocimiento oficial fue clave: la visibilizó, le abrió puertas y, sobre todo, le permitió ser invitada a la Expo Solidaria de Mendoza, un evento provincial donde más de 40 organizaciones voluntarias mostrarán su trabajo comunitario.
“Para mí es un privilegio poder estar ahí —dice emocionada—. Es la oportunidad de mostrar lo que hacemos, de seguir inspirando y ayudando. Nada nos detiene, ni las dificultades físicas ni la falta de recursos. Solo pedimos salud para seguir dando amor”.
Una red de solidaridad que abraza y brinda ayuda
A través de su fundación, Claudia y sus hijos entregan viandas a adultos mayores, colaboran con ropa, calzado, pañales y prótesis, y participan en campañas de salud como la lucha contra el cáncer de mama.
Su grupo se sostiene con el esfuerzo cotidiano: elaboran tortitas y pizzetas para vender, tejen artesanías y organizan rifas para recaudar fondos. Ninguno de los tres tiene un pasar económico estable -Claudia no cuenta con jubilación ni pensión y padece una lesión en la columna-, pero eso nunca fue motivo para detenerse.
“Siempre lo hicimos todo con amor. Nos puede faltar de todo, pero nos sobra corazón”, asegura.
Claudio y José nacieron con hipoacusia y otras dificultades. Claudia es madre soltera y salen adelante vendiendo tortitas y pizzetas.
José y Claudio nacieron el 23 de noviembre de 1989. Durante casi tres décadas, vivieron en silencio. “Usaban lenguaje de señas. Fueron escolarizados en el Instituto de Educación Integral del Niño No Oyente de Godoy Cruz”, cuenta su madre.
El día que pudieron escuchar fue un antes y un después. “Cuando oyeron mi voz, los autos, los pájaros… lloramos los tres. Fue una felicidad inmensa. Después de 27 años, la vida cambió”, recuerda.
El futuro de la asociación y la necesidad de seguir obteniendo ayuda
El futuro de la asociación, asegura Claudia, es construir un hogar de encuentro. Un espacio para adultos mayores, personas con discapacidad, mujeres que sufren violencia y familias vulnerables. “Queremos que sea un lugar donde nadie se sienta solo, donde todos encuentren un abrazo, un plato de comida y contención. Donde los chicos puedan jugar y los artistas tengan su espacio. Mi casa fue siempre ese lugar y quiero que siga siéndolo”, advierte.
Claudia y sus mellizos haciendo visitas en barrios carenciados. Sus hijos nacieron en 1989 con hipoacusia.
En su mensaje final, deja una reflexión que sintetiza su vida: “Nada es imposible. Las limitaciones están en la cabeza. La edad no importa. Si hay amor, se puede. Yo pasé por muchas cosas, pero sé que mi paso por esta vida no fue en vano. Sembré semillas, y ya brotaron flores hermosas. Con amor, todo se logra”.
Expo Solidaria de Mendoza 2025
Fecha: sábado 22 de noviembre
Lugar: Paso de los Andes y Colombia, Godoy Cruz
Entrada: libre y gratuita
Motivo: conmemoración de los 40 años del terremoto de 1985 y celebración del trabajo voluntario mendocino
Cómo ayudar a Corazones en Solidaridad
Quienes deseen colaborar con la fundación de Claudia Carrasco pueden comunicarse al 261-3014855 o enviar ayuda al alias claudiacarrasco66 (Banco Nación).








