"Fue una oportunidad de estar con ese hombre gigante que había sufrido las penurias de la dictadura y que volvía realmente muy deteriorado. Hubo dos puntos muy importantes: uno fue entrevistarlo cuando me iniciaba en el periodismo y después cuando se le dio el doctorado Honoris Causa en la Facultad de Filosofía y Letras que era nuestra facultad", repasó en diálogo con el mismo Gabrielli, en Primeras Voces de Radio Nihuil.
En la historia fueron sólo 8 los mendocinos que han sido miembros de la Academia Argentina de Letras. Las actuales integrantes Gloria Videla de Rivero y Liliana Cubo de Severino, a las que se sumaron Emilia Zuleta, Adolfo Ruiz Díaz y Carlos Nallim. Ellos 5 fueron profesores de Correas en la Facultad de Letras de la UNCuyo.
El cuadro de destacados se completa con Draghi Lucero, Di Benedeto y Diego Pro.
Un libro que fue la puerta a la designación
En el haber de Correas hay una basta producción como escritor en la que resaltan “Historias de familias”, un relato sobre la vida de Félix Santos Guayama en el libro “Mitos y leyendas cuyanos” (1998), otro sobre el fraile y gobernador Félix Aldao en “Historias de caudillos argentinos” (1999) y uno sobre Pascual Ruiz Huidobro en “Revolución en el Plata” (2010). Publicó además “Cortázar, profesor universitario” y "Los falsificadores de Borges", pero fue su último libro, "Cortázar en Mendoza" (una ampliación del anterior sobre el paso del escritor por la provincia) con el que recibió en 2015 el premio al mejor ensayo del trienio que otorga justamente la Academia Argentina de Letras.
Sorprendido. Así se mostró el autor, Jaime Correas, al enterarse de la noticia. Su ensayo fue publicado el año pasado por la editorial Alfaguara.
Ese libro le habría dado la visibilidad necesaria dentro de la institución y habría allanado el camino para ser designado como miembro.
"El premio tiene una particularidad y es muy difícil que alguien lo opere", explica Correas y amplía: "Yo no conocía a nadie de la academia cuando me lo dieron y ellos tienen una metodología particular de elección, eligen un año poesía, un año narrativa y un año ensayo y crean una comisión para cada uno. En general lo que van leyendo y si les gusta lo hacen circular a los otros. O sea: se toman 3 años para ir leyendo, y por eso es un premio trianual. Cuando pasaron 3 años al final suelen pasárselo a los miembros correspondientes de las provincias para que digan qué les parece. Es una selección compleja y cuando me dieron el premio eso me dio mucha visibilidad en la academia".
Tras ese premio, allá por el 2015 el ex presidente de la Academia, José Luis Moure, se lo encontró a Correas y lo saludó como si ya fuera miembro correspondiente en Mendoza de esa institución. En su corrección, el mendocino le aclaró que no lo era, que sólo había recibido el premio al mejor ensayo, a lo que Moure, adelantó: "Bueno, tendríamos que incorporarlo", algo que finalmente se concretó días atrás.