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El tuco-tuco Ctenomys Uco es parte de la biodiversidad del corredor natural de la Bodega Argento en Agrelo.
En busca del roedor (casi)desconocido
Como parte de los resultados de la primera etapa de la investigación, se descubrió que, en la finca de Agrelo, habita el Ctenomys Uco, una especie única en el mundo que solo había sido vista en dos veces en el Valle de Uco.
"Este descubrimiento nos generó una sensación de orgullo y nos da un impulso enorme para seguir potenciando nuestra forma de trabajo. Y también, nos habla de la naturalidad o pureza del lugar”, aseveró Acosta.
Este estudio se comenzó a desarrollar en octubre 2023 junto a investigadores de IADIZA – CONICET, y consistió en identificar las especies de mamíferos y micromamíferos presentes, los hábitats que ocupan y sus conectividades en un sistema de producción vitivinícola con manejo orgánico. Se utilizaron distintos mecanismos como dispositivos de movimiento con registro fotográfico y cajas Sherman entre otros, que sirvieron para la recolección de datos e información.
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El nido de los tuco-tuco que habitan en una finca en Agrelo, corredor natural.
La Bodega Argento dejó disponible toda esta investigación para el acceso a otras instituciones. Y hay otras líneas de análisis: se está estudiando, por ejemplo, el empleo de ciertas plantas para ahuyentar a las hormigas del ataque a la vid de manera totalmente natural.
Qué son los corredores naturales
Los corredores naturales son áreas o franjas de territorio que conectan diferentes ecosistemas, permitiendo el desplazamiento de especies animales y vegetales. Estos corredores permiten que las especies se desplacen entre zonas fragmentadas, facilitando la migración, la búsqueda de alimento, el apareamiento y la dispersión de semillas. En resumen, actúan como "puentes" que enlazan áreas aisladas, vitales para mantener la biodiversidad.
Su importancia radica en que ayudan a mitigar los efectos de la fragmentación de hábitats causada por actividades humanas, como la urbanización o la construcción de rutas. Al conectar estos ecosistemas, los corredores naturales favorecen la salud genética de las poblaciones de especies, evitando el aislamiento y promoviendo la diversidad biológica, esencial para la adaptación y la supervivencia ante cambios ambientales.
Además, los corredores naturales son fundamentales para combatir los efectos del cambio climático, ya que permiten a las especies desplazarse hacia hábitats más adecuados cuando sus zonas de origen se ven afectadas por fenómenos extremos. De esta manera, protegen tanto a la fauna como a la flora y aseguran la continuidad de los ecosistemas.