"Si la tasa de contagios sube, es posible que algunos se vean obligados a hacer cierres temporales. Por ahora no se está dando, pero podría pasar", advirtió el entrevistado. "Hay colegas que ya barajan la posibilidad de cerrar un fin de semana o cuatro días -o bien restringir horarios- para recuperar su plantilla básica y seguir operando".
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El turismo y la gastronomía necesitan mano de obra constante, y Ómicron representa un obstáculo en ese sentido.
Administrar las reservas
Day contó que además se están produciendo cancelaciones por parte de turistas que antes de viajar han debido aislarse en sus lugares de origen. "En lo posible, uno trata de reprogramar la fecha con la gente que iba a venir; pero lo concreto es que no sabés si el Covid te va a golpear por el lado del personal, de las reservas que se caen o de los huéspedes que salen a algún lado y al volver empiezan con los síntomas".
Respecto a este último punto, el representante de AEHGA declaró que se han dado casos de viajeros que se infectaron y se han visto obligados a extender su estadía y aislarse 5 días en hoteles de Mendoza.
"El lío ahí es que si ellos tenían una estadía de sólo 3 días, vos ya tenías vendidos los posteriores. Entonces, como no se pueden ir, los tenés que reubicar en algún lado. A veces llamás a un colega, pero tampoco es sencillo dar con un lugar que pueda recibir gente contagiada".
En esos casos, los costos de la estadía extra quedan a cargo de los pasajeros, como han puntualizado las autoridades. "Tratamos de que sea una cuestión razonable, y que los precios de esa estadía sean económicos. Está claro que el que se queda aislado no tenía planeado hacer ese gasto", analizó Day.
Mientras, se actúa con los viejos protocolos: se les deja a los infectados la comida en la puerta y el servicio de habitación se posterga hasta que se vayan. "Al parecer -cerró Day- este pico va a durar dos o tres meses y nos tenemos que ayudar todos. Por suerte, no se ven cuadros graves".