En la década de 1970, perforaciones en el lecho marino mediterráneo revelaron una enorme capa de sal de varios kilómetros de espesor bajo gran parte del fondo marino. Esta confirmó un cambio ambiental masivo ocurrido cuando el movimiento de placas tectónicas aisló casi por completo este mar del océano Atlántico.
Los estudios sísmicos del lecho marino revelaron antiguos ríos que alguna vez atravesaron un paisaje seco. La crisis resultó tan severa que menos del 11% de las especies marinas del océano Mediterráneo sobrevivió al drástico cambio.
El gran diluvio zancliano
Un avance importante ocurrió en 2009, cuando datos geofísicos para un planeado túnel África-Europa sugirieron que una enorme trinchera submarina entre el océano Atlántico y el Mediterráneo debió ser creada por una inundación repentina y catastrófica.
La reciente investigación de Aaron Micallef y su equipo refuerza esta hipótesis. Los científicos exploraron la región donde las aguas habrían encontrado una elevación de tierra conocida como el Umbral de Sicilia.
Giovanni Barreca, originario del sur de Sicilia, notó que las colinas cercanas a la playa son una extensión del Umbral por el que la megainundación avanzó. Estas colinas presentan formas similares a las del estado de Washington, esculpidas por otra megainundación al final de la última Edad de Hielo.