El mercado está repleto de productos capilares que sirven para hidratar, nutrir el pelo y evitar la caída del cabello. Si bien es una situación que forma parte del ciclo normal del pelo, en ocasiones debería preocupar. A continuación, te contamos algunas pistas para darte cuenta cuándo es normal y cuándo deberías consultar con un profesional.
Claves para entender la caída del cabello. Pixabay
"La ciencia ha demostrado que lo que venimos observando como caída de pelo estacional es cierto, aunque todavía no se sabe los mecanismos exactos por los que ocurre", comentó la farmacéutica experta en cabello Helena Rodero a Vogue Spain.
Al parecer, existen varios desencadenantes que provocan una caída más intensa sobre todo en la temporada del otoño. Habitualmente, se asocia el cambio de estación con el estrés, el gran mal en nuestra sociedad, pero hay otros factores que también resultan perjudiciales. La clave es saber cuándo debes preocuparte.
El ciclo del cabello
Según la dermatóloga Paloma Borregón, directora de Clínica Kalosia, el pelo tiene un ciclo, nace, crece, se cae y luego vuelve a salir. Por esto, no deberíamos preocuparnos si vemos cabellos en la bañera después de una ducha, ya que forma parte del ciclo natural.
En un día pueden llegar a caerse 100 pelos, aunque los expertos confirman que este número puede incrementarse en otoño y en primavera. Por lo general, el 80-90% de nuestros cabellos están en fase de crecimiento y un 10% en fase de caída, pero en otoño y primavera el equilibrio se altera y eso explica la caída estacional que solemos percibir.
¿Cuándo debería preocuparme?
La intensidad y la duración de la caída del cabello resultan pistas para entender cuándo deja de estar en el ciclo normal. Una caída estacional tiene una duración de unos tres meses, mientras que el porcentaje de caída aumenta a cifras cercanas al 20%. En conclusión, una caída estacional normal dura una estación y se cae el doble del cabello que se cae normalmente.
Fuera de esos parámetros habría que consultar con un especialista, ya sea un cabello más fino o débil, pérdida de densidad o cuando salen escamas en el cuero cabelludo.