Pablo Vierci, el autor de La Sociedad de la Nieve, era compañero y amigo de algunos de ellos. "Conocía a la mayoría", explicó. En el colegio, Vierci era uno de los pocos que le apasionaba escribir, por lo que cuando volvieron, uno de ellos, Nando Parrado, le encomendó escribir un libro para que todo el mundo supiera su versión. A medida que la vorágine crecía, también lo hacía la presión, por lo que finalmente fue el otro el escritor que realizó Viven y Vierci lo hizo desde el periodismo. Fue décadas después que La Sociedad de la Nieve vio la luz y siempre con la condición de que allí hablarían todos aquellos que sobrevivieron.
"Lo escribí en un estado de gracia", admitió Vierci a Diario UNO, que recuerda que él viajó al lugar del accidente con algunos de los sobrevivientes del vuelo de la Fuerza Aérea Uruguaya, "para acercarme a lo que ellos vivieron. Era imprescindible acercarme al paisaje. A Beyona (el director de la película) le pasó lo mismo", explicó.
En medio de las montañas, y cuando ya no había comida y la fuerza era poca, estos chicos, hoy ya hombres, tomaron una decisión: para sobrevivir debían comer a sus muertos. No se trataba de canibalismo, sino de seguir con vida y todos lo vieron así. Entre ellos hubo un pacto de entrega, en donde todos ponían su cuerpo a disposición de los demás en caso de morir. Todos entendieron que el alma no es el cuerpo y esa decisión tan importante, les valió que mucha prensa amarilla se ensañara con ellos cuando volvieron.
Para Vierci y sus amigos, la visión fue otra. "La realidad es que nos pareció muy inteligente y disruptivo. Nos pareció propio de estos chicos. Eran jóvenes, rebeldes, intelitengetes en un país homegéneo como es Uruguay, donde sosmos todos muy parecidos. Decíamos que no estaban vivos, pero tampoco muertos. Ahí había un montón de inmortales. Hicieron un pacto que es uno de los hechos más generosos que he conocido".
De hecho, para Vierci, lo más sobresaliente de la historia no es esa parte de la historia, que es la que muchos recuerdan y suelen querer saber en las conferencias que dan alguno sobrevivientes, sino el hecho de haber estado cargada de simbolismos. "Es muy irrepetible", agrega.
En La Sociedad de la Nieve, Vierci y algunos sobrevivientes cuentan que al volver hubo que explicar a las familias lo sucedido y que algunos de los familiares de los muertos no podían verlos. No por lo que había pasado, sino porque verlos a ellos vivos, significaba recordar que sus hijos, hermanos habían muerto. Hace unas semanas atrás, se invitó a los sobrevivientes, a sus familiares y a los de los muertos a ver una proyección privada de la película.
"Fue lo más emocionante que he visto. El abrazo y la empatía lograda. Ese día, para los familiares fue muy duro. Tras la proyección algunos me dijeron que su vida cambió. La rueda siguió avanzando, no solo hay una esperanzada, surge la compasión y misericordia", manifestó.
Además del libro, que ha sido reeditado por Planeta, a fines de este año se estrenará la película La Sociedad de la Nieve de J.A. Bayona, el mismo director de Lo Imposible. La misma se estrenará en Netflix en los primeros días de enero y ha sido elegida por España para representar a ese país en los premios Oscar.