Según la interpretación de sus seguidores, Baba Vanga describió una serie de imágenes vívidas en las que el cosmos se manifestaba a través de luces y sombras, en una danza que simbolizaba la lucha entre el orden y el desorden. Dios, en su infinita sabiduría, no actuó como un arquitecto meticuloso, sino como un artista que deja que la pintura tome vida propia.
Esta visión ha llevado a muchos a reflexionar sobre la naturaleza del universo y la dualidad entre lo divino y lo caótico. ¿Puede ser que la creación no se limitara a un acto único, sino que sea un proceso en constante evolución? Los seguidores de Baba Vanga creen que esta idea resuena en la ciencia moderna, donde teorías como el Big Bang sugieren un origen explosivo del cosmos, seguido por una expansión caótica.
La popularidad de las profecías de Baba Vanga también ha encontrado eco en el ámbito cultural, inspirando libros, documentales y debates. Algunos críticos, sin embargo, advierten que es esencial abordar estas afirmaciones con escepticismo, recordando que la interpretación de sus visiones puede variar drásticamente.
Esta es la visión de Baba Vanga sobre cómo Dios creó el mundo (1).png
Así, la extraña forma en la que Dios creó el mundo, según Baba Vanga, no solo invita a la reflexión sobre la naturaleza de la creación, sino que también plantea preguntas sobre nuestra propia comprensión de lo divino y lo inexplicable. En un mundo donde la ciencia y la espiritualidad a menudo parecen estar en conflicto, las visiones de Baba Vanga crean un puente entre estas dos realidades, recordándonos que el misterio sigue siendo una parte esencial de la experiencia humana.