Soñar con la muerte, ya sea propia o de un ser querido, puede ser una experiencia perturbadora que despierta emociones fuertes como miedo, tristeza o ansiedad. Sin embargo, estos sueños no siempre son presagios de desgracias, sino que pueden tener interpretaciones más profundas relacionadas con cambios internos, transiciones en la vida o el cierre de etapas.