Sin embargo, la denuncia realizada por la interventora de la AFI, Cristina Caamaño, a partir de información que se encontró en computadoras de la delegación de Mar del Plata, llega para corroborar lo que sospecharon desde un primer momento, incluso cuando la nave recién desaparecía. "Apenas viajamos a Mar del Plata empezamos a notar cosas extrañas. Algunos decían que se les habían desaparecido fotos. Pero era todo una locura, todavía teníamos esperanzas de que se los encontrara entonces no se pensaba en estas cosas", comenta Claudio sobre los primeros indicios.
Y agrega un dato estremecedor que provocó que muchos mantuvieran la esperanza de que los 44 tripulantes del ARA San Juan estaban con vida: "También pasó que en los grupos de Whatsapp de amigos o familias en el que participaban los chicos, de repente apareciera el mensaje que indica que la persona abandonó el grupo. Eso nos hizo creer que se podía tratar de un secuestro, que los celulares funcionaban o que tal vez habían agarrado algo de señal", detalla.
Pero con el tiempo estas situaciones cada vez se hicieron más constantes y provocó una alarma entre las familias que comenzaron a compartir lo que les ocurría: "Yo soy docente y acá es todo muy tranquilo, no te imaginás que te siguen o te controlan. Pero de repente me encontraba con mensaje que figuraban como leídos, llamadas a la madrugada, con perfiles rarísimos en Facebook o con alertas por mi cuenta de mail".
Luisa Rodríguez, madre del sanjuanino Ricardo Alfaro, también notó situaciones fuera de lo normal desde el inicio e, incluso, decidió comprarse un teléfono mientras estaba en Mar del Plata porque creía que el suyo no funcionaba correctamente. "Hemos pasado por cada cosa que no se puede creer. Hay familias que han recibido fotos de la puerta de su casa. Acá los vecinos me alertaron sobre movimientos de autos extraños también", expresa mientras revive el dolor que acarrea desde ese fatídico 2017.
"Quiero que vayan todos presos, todos los que tengan que ir, del primero al último. Nosotros le advertimos a Aguad -entonces Ministro de Defensa- que nos estaban espiando y él nos dijo que si sospechábamos eso nos iba a acompañar a hacer la denuncia, todavía lo estamos esperando", asegura Luisa quien, como personal de salud, este miércoles tuvo que hacerle frente a esta novedad en medio de su agitada rutina de pandemia.