Un descubrimiento muy valioso
"Es fantástico, increíble. Definitivamente cambió mi vida. Era como sostener la historia en tus manos. Y, obviamente, el lado financiero es brillante también", expresó Adam Staples, uno de los protagonistas del hallazgo.
Según relataron fuentes cercanas al hallazgo a la agencia de noticias AP, las monedas alcanzaron un valor de 5,6 millones de dólares en el mercado.
La importancia de este descubrimiento radica en su contexto histórico: las piezas corresponden al período de transición entre el dominio sajón y el normando, entre 1066 y 1068. La colección incluye monedas que muestran los rostros de Harold II, el último rey sajón coronado, y de Guillermo I, conocido como el Conquistador, el primer rey normando.
El legado
Las monedas presentan características que las hacen especialmente valiosas para los historiadores. En cada pieza aparece un emblema en una cara y el perfil del rey en la otra. Las correspondientes a Harold llevan la palabra "paz" en latín ("pax"), mientras que las de Guillermo muestran una cruz ornamentada.
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Este descubrimiento, conocido como el Tesoro del Valle de Chew, encontró su destino final gracias a la división benéfica de la Lotería Nacional Británica, que lo adquirió para el país. Las piezas tendrán su hogar permanente en el Museo de Somerset en Taunton, aunque primero realizarán un recorrido por varios museos del Reino Unido, permitiendo que el público aprecie este extraordinario hallazgo que ilumina un momento crucial en la historia de Inglaterra.