La idea de las autoridades nacionales era que la comunidad rusa residente en el país tuviera un sitio de culto en la Ciudad de Buenos Aires. La construcción de la Iglesia Ortodoxa terminó en 1904.
A partir de ese momento, frente a Parque Lezama y rodeada de casas de techos bajos, lo que hace que sus cúpulas sobresalgan en el barrio, la Iglesia de la Santísima Trinidad se convirtió en símbolo de la hermandad cultural entre ambos pueblos. Su diseño original estuvo a cargo del arquitecto Mihail Preobrazensky, del Santo Sínodo de Rusia, aunque la versión porteña fue adaptada por Alejandro Christophersen.
Bs As templo fachada
La arquitectura de la Iglesia Ortodoxa de la Santísima Trinidad sobresale por su magestuosidad en el barrio de San Telmo
Foto Turismo Buenos Aires
Lo más llamativo de su construcción son sus cúpulas bulbosas azules, coronadas por cruces orientadas hacia el Este y sostenidas por cadenas, como dictan las costumbres ortodoxas rusas. Su frontispicio luce un mosaico de la Santísima Trinidad hecho en la ciudad de San Petersburgo, la segunda en importancia de Rusia.
A partir de su enorme magestuosidad, la Iglesia Ortodoxa Rusa atrapa a los argentinos y a los turistas extranjeros, y también los traslada al siglo XVII en Moscú, aunque con un marcado sello porteño que le impuso Christophersen, sin la necesidad de viajar miles de kilómetros hasta Rusia.
Bs As templo interior
La Iglesia Ortodoxa de la Santísima Trinidad de Buenos Aires se empezó a construir en 1898 y fue inaugurada en 1904
Foto Turismo Buenos Aires
Seis actividades para hacer en San Telmo
- Entrar a los anticuarios: se puede encontrar desde discos de vinilo hasta muebles antiguos. Todo tiene historia.
- Pasear por las calles adoquinadas: el barrio conserva su arquitectura colonial y ofrece rincones perfectos para sacar fotos.
- Recorrer el Mercado de San Telmo: un lugar ideal para probar comida local e internacional, comprar productos frescos y disfrutar del ambiente histórico.
- Tomar algo en un bar con historia: San Telmo está lleno de cafés notables y bares con décadas de tradición porteña.
- Ver un show de tango en vivo: en las tanguerías y bares tradicionales hay espectáculos todos los días.
- Visitar la Plaza Dorrego: es la segunda plaza más antigua de la ciudad, y los domingos se llena de vida con su clásica feria de antigüedades.