Estos países no solo tienen una influencia significativa en sus regiones, sino que también desempeñan un papel crucial en el comercio, la diplomacia y la seguridad internacional.
China es un país situado en Asia Oriental, reconocido por su vasta extensión territorial y su profunda herencia cultural. A lo largo de los siglos, ha sido cuna de importantes avances en filosofía, ciencia, arte y tecnología, consolidándose como una de las civilizaciones más antiguas y continuas del mundo.
Limita con 14 países, lo que la convierte en una de las naciones con más fronteras terrestres del planeta. Esta posición estratégica le confiere una influencia significativa tanto en su región como en el escenario internacional, consolidándola como un actor clave en la política, la economía y la cultura global.
La historia de China se remonta a miles de años, siendo una de las civilizaciones más antiguas del mundo. A lo largo de su historia, China ha experimentado diversas dinastías, invasiones extranjeras y períodos de aislamiento. En la era moderna, China se ha transformado en una potencia económica y política global. Su vasta extensión territorial y su ubicación estratégica le permiten compartir fronteras con países como Rusia
Esta extensa red de fronteras ha influido en las relaciones diplomáticas, comerciales y culturales de China con sus vecinos. Además, ha jugado un papel crucial en la seguridad nacional y en la gestión de recursos naturales compartidos. La diversidad de países con los que limita China también ha enriquecido su cultura y ha ampliado su influencia en Asia y en el mundo.