Este producto está formado principalmente por dos componentes que son un agente básico (bicarbonato de sodio) y un agente ácido (crémor tártaro, fosfato monocálcico, o ácido cítrico), además de un agente secante, como almidón de maíz (maicena), que previene grumos y controla la humedad. Estos ingredientes reaccionan entre sí al combinarse con líquidos y calor, liberando dióxido de carbono para que los productos horneados aumenten su volumen y se vuelvan esponjosos.
El polvo para hornear tiene fama de hacer milagros en la cocina, es responsable de panqueques esponjosos, galletas crujientes o bizcochuelos perfectamente leudados. Pero, su magia se extiende más allá del ámbito de la gastronomía.
Este ingrediente tan popular en la repostería también posee sorprendentes propiedades limpiadoras que lo convierten en un aliado imprescindible en las tareas del hogar. De hecho, puede ser utilizado como un poderoso quita manchas.
Puedes usar polvo para hornear para limpiar manchas en la ropa creando una pasta con agua, o combinándolo con vinagre o limón si necesitas quitar manchas difíciles. Estos ingredientes de naturaleza abrasiva y efervescente ayudan a eliminar la suciedad y las manchas en superficies como fregaderos, encimeras y azulejos. También, puede servir para neutralizar olores, eliminar manchas en la ropa o como un abrasivo suave para ollas y sartenes.
A continuación, una guía con recetas de limpieza caseras para el hogar: