Tener un buen sartén antiadherente es una de las herramientas principales que tiene que tener cualquier chef para la preparación de sus recetas.
Tener un buen sartén antiadherente es una de las herramientas principales que tiene que tener cualquier chef para la preparación de sus recetas.
Pero frecuentemente nos enfrentamos al problema de que los alimentos se peguen, especialmente en las sartenes clásicos con la que la mayoría utiliza. Afortunadamente, hay un truco simple que puede resolver este inconveniente: el aceite.
A diferencia del hierro fundido curado, el hierro fundido esmaltado no es una superficie antiadherente. Para evitar que el sartén se pegue, cocínelo a fuego medio con cantidades adecuadas de aceite o grasa.
Si se pega, use jabón para platos, agua y un estropajo que no raye para quitar la suciedad.
El primer paso es lavar la sartén con jabón líquido y una esponja suave, después habrá que dejarla a fuego fuerte durante un minuto.
Pasado ese tiempo, cuando la sartén esté bien caliente, habrá que cubrir la sartén de manera uniforme con sal gruesa, la típica de cocinar, y dejarla al fuego.
Este truco casero no solo es económico, sino también efectivo. Consiste en calentar la sartén y luego aplicar una capa de aceite en toda la superficie.
El aceite actúa como un agente antiadherente natural, evitando que los alimentos se peguen durante la cocción.
Cuando utilice utensilios de cocina antiadherentes, siempre precaliente la sartén con aceite u otra grasa, ya que el revestimiento antiadherente puede dañarse.
Le recomendamos que no utilice aceite en aerosol, ya que quemará los residuos en la sartén. Además, si agrega grasa a la sartén fría antes de calentarla, fortalecerá las propiedades antiadherentes de la sartén.
Prueba a hervir agua con unas cucharadas de bicarbonato de sodio. Por lo general, si notas que se pega, se debe a una fina película sobre el revestimiento. Esto debería eliminarla y hacer que vuelvas a resbalarte.