Argentina alberga pueblos donde los pinos sagrados de los mapuches dominan el horizonte y los lagos de deshielo forman espejos perfectos para reflejar picos nevados. Mientras Bariloche y San Martín de los Andes captan la mayoría de los visitantes, Villa Pehuenia queda como un tesoro discreto para quienes prefieren la Patagonia virgen.
Villa Pehuenia, en la provincia de Neuquén, con 1.200 habitantes, es un destino emergente para paseos en bosques de araucarias y kayak en lagunas azules. Este pueblo mapuche invita a una inmersión en la cordillera sin el bullicio, ideal para desconectar en un entorno de pureza natural.
La extensa bahía que tiene el pueblo patgónico.
El pueblo patagónico para hacer turismo
A 300 kilómetros al noroeste de Neuquén capital, Villa Pehuenia se accede por la Ruta Nacional 40. El pueblo se extiende en una península del Lago Aluminé, a 1.200 metros de altitud, con cabañas de madera dispersas entre araucarias y un centro con plazas temáticas mapuches. Fundado en 1989 como villa turística, hoy es municipio con alrededor de 500 viviendas permanentes.
El principal encanto es el Bosque de Araucarias Milenarias, un área protegida con ejemplares de hasta 2.000 años, declarada Monumento Natural Provincial en 2008. Senderos interpretativos de 1 hora guían por troncos de 40 metros, con paneles sobre el uso ancestral de los piñones por los pehuenches. El Lago Aluminé, de 60 kilómetros cuadrados, ofrece costas rocosas para picnic y avistajes de aves como el huet-huet.
El pueblo de Villa Pehuenia ofrece los mejores paisajes.
Para exploración activa, el pueblo brinda opciones: kayak de 2 horas en el Lago Moquehue, trekking moderado al Mirador del Volcán Batea Mahuida o mountain bike por 20 km del Circuito de los Lagos. En julio, la Fiesta del Piñón suma recolección guiada y danzas mapuches.
La cocina pehuenche de este pueblo patagónico resalta los piñones: asados con cabrito y salsa de piñón tostado, empanadas de chivo con cebolla andina y locro con maíz pisingallo. Posadas sirven trucha del lago con puré de piñones y postre de dulce de araucaria; vinos de bodegas locales como Malma acompañan.
Villa Pehuenia es un destino ancestral en Neuquén, donde araucarias eternas y lagos glaciares crean escapadas espirituales. Sus kayaks en aguas calmas, trekkings volcánicos y fogones piñoneros lo posicionan como el pueblo para absorber la Patagonia mapuche, volviendo con semillas en el bolsillo y el aroma de la resina en la piel.






