Pandemia

El oscuro panorama de Mendoza: "No hay terapia que aguante"

El jefe de terapia intensiva del Hospital Central mostró la actualidad del sistema sanitario por el coronavirus en Mendoza y afirmó que está desbordado

Antonio le reclamó a la sociedad que piense en los demás antes de que sea demasiado tarde.

"Esa gente que es la irresponsable, la cero empatía, sin amor al otro es la responsable de que después se deba encerrar a la gente como presos en sus casas y que la gente que deba ir a trabajar no lo pueda hacer", reclamó Antonio, que definió en un posteo en Facebook al coronavirus en Mendoza como "la tormenta perfecta".

"Debemos ser empáticos con el otro, de nuestra conducta individual depende el colectivo", exclamó a El Siete.

Según explicó el profesional del Hospital Central, hay que tener en cuenta que cuando se dice que en Mendoza están ocupadas el 80% de las camas de terapia intensiva, ese número no dice que se llega a ese porcentaje porque se incluyen a los hospitales del Sur pero si se habla solamente del Gran Mendoza, la ocupación llega al 100%.

"El sistema de salud no está colapsado, el sistema de salud está desbordado por la cantidad de pacientes", aseguró.

"Un paciente que viene con insuficiencia respiratoria por covid usa ese aparato por un promedio de 15 días. Si decimos que el 2% va a llevar a respirador y tenemos 500 infectados significa que son 10 pacientes que entran al sistema por día y que usarán el respirador al menos 15 días. Si todos los días entran, al cuarto o quinto día tendremos las terapias colapsadas. Esto pasa en todas las pandemias y en todos los países", afirmó Antonio.

"Si pasa eso, no hay terapia que aguante en este mundo".

El esfuerzo de los médicos

Antonio aseguró que por el coronavirus en Mendoza, a él no le consta que ya se haya comenzado a elegir pacientes para terapia intensiva.

"No me consta que haya pasado pero tampoco me consta que no vaya a pasar", explicó.

En ese sentido, el médico aseguró que su "gente está trabajando a brazo partido para pelearle a la pandemia". y que están todos agobiados y cansados

"El personal de salud está entregando en su vida mientras uno ve la liviandad y el desamor con que se maneja la sociedad", aseguró y contó que a veces camina por el costado de la lateral del Acceso Este y ve "gente tomando mate de la misma bombilla o de la misma botella. Me dan ganas de golpearlo porque esa gente está condenando a otra", aseguró y volvió a agradecer el esfuerzo de sus residentes.

"Yo veo a los residentes trabajar 36 horas de guardia, sin comer y sin dormir", manifestó.