Escondida es operada por BHP (anteriormente BHP Billiton) en conjunto con Rio Tinto y JX Nippon Mining & Metals. La mina fue descubierta en 1981 y comenzó a operar en 1990. Su yacimiento alberga aproximadamente 35 millones de toneladas de cobre en reservas probadas, lo que asegura que seguirá siendo una fuente clave de cobre por muchos años más. En segunda posición del ranking se encontraba el distrito minero de Grasberg, ubicado en Indonesia y con una capacidad de producción de 800.000 toneladas de cobre.
La importancia de Escondida en la industria global del cobre
Suministro clave de cobre para el mundo: escondida produce alrededor del 5% del cobre mundial, lo que la convierte en una de las minas más relevantes para el mercado global de cobre. Esto tiene un impacto directo en la economía mundial, especialmente en industrias que dependen del cobre para sus productos electrónicos y de infraestructura.
Otros puntos para entender su potencial son:
- Durabilidad y sostenibilidad: escondida ha estado operando durante más de 30 años y sigue siendo una de las minas más productivas del planeta Tierra. La mina ha invertido fuertemente en tecnologías para mantener la producción de cobre, incluso a medida que los recursos en superficie comienzan a agotarse.
- Impacto en los precios del cobre: la producción de cobre de Escondida tiene un impacto significativo en los precios globales del metal. Cualquier cambio en la producción, como interrupciones o aumentos en la producción, afecta a los mercados internacionales y, por ende, a los precios de este recurso.
- Innovación en técnicas de extracción: la mina utiliza tecnologías avanzadas como la lixiviación en pilas, que permite extraer cobre de los minerales a través de un proceso de disolución química. También emplea agua desalinizada para reducir su dependencia de los recursos hídricos locales, lo que la hace más sostenible en un área tan árida como el desierto de Atacama.
- Beneficios para la economía de Chile: escondida representa una fuente de ingresos significativa para el gobierno chileno. Los impuestos y regalías generados por la producción de cobre en la mina contribuyen a financiar importantes programas sociales, de salud y educación, además de proyectos de infraestructura en el país.