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El nombre científico de este insecto es Megachile pluto.
En 1981, el entomólogo Adam Messer reavivó el interés por esta especie cuando la encontró en tres islas de Indonesia. Así, demostró que aún sobrevivía en ciertos lugares remotos de la región. Este redescubrimiento abrió nuevas preguntas sobre cómo la abeja había logrado pasar desapercibida durante tanto tiempo en una zona tan estudiada por investigadores.
Es uno de los insectos más grandes de su especie
La abeja de Wallace tiene dimensiones gigantescas para ser un insecto. Las hembras pueden alcanzar hasta 4 centímetros de longitud, con una envergadura de alas de aproximadamente 6 centímetros, lo que la convierte en una auténtica gigante entre las abejas. Posee mandíbulas grandes y fuertes, que son una de sus particularidades más distintivas y las utiliza para recolectar resina y construir sus nidos.
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Su cuerpo es robusto y de un color oscuro, cubierto por una densa capa de vellosidad en la cabeza y el tórax, lo cual le permite llevar polen y mantenerse caliente en su hábitat tropical. A diferencia de la mayoría de los insectos de esta especies, construye su nido en los termiteros de los árboles, probablemente para aprovechar la protección natural que ofrecen contra depredadores.