Un reciente descubrimiento capta la atención de los astrónomos. El cometa interestelar 3I/ATLAS, un visitante de otro sistema estelar, exhibe un comportamiento que, aunque espectacular, es completamente normal para estos cuerpos celestes que viajan por el espacio.
Astronomía
El increíble descubrimiento cósmico en el cometa 3l/ATLAS: un chorro gigante apunta al Sol
Nuevas imágenes confirman el descubrimiento de un enorme chorro de gas y polvo en el cometa 3I/ATLAS, un fenómeno normal en el espacio
El cometa está siendo observado intensamente.
Este objeto, el tercero de tipo interestelar jamás detectado, fue identificado a finales de junio y la NASA confirmó su trayectoria a principios de julio. Por su tamaño, de entre 5 y 11 kilómetros de ancho, es el objeto interestelar más grande que cruzó nuestro camino, con una edad que podría ser miles de millones de años anterior al nacimiento de nuestro Sol.
Un descubrimiento unido al Sol
Las imágenes recién publicadas por el Telescopio Gemelo de Dos Metros en las Islas Canarias muestran al cometa 3I/ATLAS expulsando un colosal chorro de gas y polvo. Este material se dispara directamente en dirección al Sol, un detalle que alimenta las teorías sobre su origen natural y descarta ideas más exóticas sobre su procedencia. Este descubrimiento fue posible gracias a la combinación de 159 exposiciones.
Miquel Serra-Ricart, astrofísico del Observatorio del Teide, explica que este comportamiento es habitual. Los cometas se calientan al acercarse a una estrella. El lado que mira al Sol se calienta más rápido y, si una zona de la superficie es débil, los gases sublimados estallan como un géiser, lanzando material del cometa a miles de kilómetros por el espacio.
La rotación del núcleo del cometa hace que el chorro adquiera una forma de abanico, similar a lo que se ve en la nueva imagen. Este fenómeno no es único. El famoso cometa NEOWISE también desarrolló chorros parecidos tras su paso cercano al Sol en 2020, según observaciones del Telescopio Espacial Hubble de la NASA.
Este reciente descubrimiento refuerza la idea de que 3I/ATLAS es simplemente un cometa de alta velocidad que se comporta como se espera. Parte del material del chorro termina en la coma, esa nube brillante que rodea al núcleo, mientras que otra porción es empujada por el viento solar para formar la cola del cometa.
¿Qué sigue para el viajero interestelar?
El chorro recién detectado podría extenderse unos 10.000 kilómetros desde la superficie del cometa. Se estima que está compuesto principalmente por partículas de polvo y dióxido de carbono, un descubrimiento consistente con los datos que el Telescopio Espacial James Webb de la NASA obtuvo en agosto sobre la nube gaseosa que lo rodea.
3I/ATLAS ya pasó cerca de Marte el 3 de octubre y ahora se aproxima a su punto más cercano al Sol, evento que ocurrirá el 29 de octubre. Por el momento, el objeto está del otro lado de nuestra estrella y no podremos verlo desde la Tierra hasta mediados de noviembre.
Cuando el cometa reaparezca, los científicos tendrán una oportunidad única. Podrán observar cómo este misterioso visitante del espacio cambió después de su encuentro con el Sol y hasta qué punto crecieron su chorro y su cola, aportando más datos a este gran descubrimiento.