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La papa es un tubérculo comestible de apariencia redondeada, cáscara amarilla y pulpa blanca. Gracias a su versatilidad en la cocina puede usarse en cualquier receta
Este es el caso de la segunda opción. Se trata de un método en el que deberás usar agua hirviendo y agua fría para que la piel de la papa se desprenda sola, sin esfuerzo.
Paso a paso:
- Primero que nada hay que lavar las papas crudas, para quitar restos de tierra.
- Después hay que hacer un corte superficial alrededor de cada papa, marcando la piel sin llegar a la pulpa. Puede ser en forma de anillo.
- Hervir las papas con cáscara, durante unos 5 a 8 minutos, según el tamaño.
- Retirarlas del agua caliente y pasarlas inmediatamente a un bowl con agua fría o con hielo.
- Esperar unos segundos hasta que se enfríen al tacto.
- Por último hay que tomar la papa con ambas manos y frotar con suavidad: la piel se desliza y se desprende sola, como por arte de magia.
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Con este truco casero no solo cuidarás de no cortarte, ni de tener que usar un pelapapa, sino que además te ahorra tiempo.
El cambio brusco de temperatura entre el agua hirviendo y el agua fría hace que la piel de la papa se afloje del interior, separándose naturalmente. Esto permite retirarla sin esfuerzo y sin desperdiciar pulpa, algo que sí ocurre cuando se usa un cuchillo común.
Ventajas de este truco
- No necesitas herramientas especiales
- Evitas cortes o accidentes
- Ideal para pelar varias papas a la vez
- Conservas mejor la papa, sin perder pulpa
- Ahorra tiempo y esfuerzo en la cocina
Además, este truco funciona con papas blancas, rojas o andinas, siempre que estén bien cocidas. También puede aplicarse a batatas, en algunos casos, aunque la textura de su cáscara puede requerir un poco más de fricción.