Investigadores de la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA) y del Instituto de Ciencia Weizmann realizaron un sorprendente descubrimiento que confirma un pasaje de la Biblia, al demostrar que parte de la antigua muralla que rodeaba Jerusalén fue construída por el rey Uzías, como se indicaba en el libro sagrado.

Hasta el momento, la evidencia arqueológica indicaba que la fortificación había sido construida por el rey Ezequías tras ver cómo el Imperio Asirio destruía a sus vecinos, el reino de Israel. "Ahora está quedando claro que es de la época del rey Uzías", explicó Joe Uziel de la IAA. Originalmente se pensaba que estos muros fueron creados hace 2700 años, durante el crecimiento hacia el oeste de Jerusalén.

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Los investigadores utilizaron técnicas novedosas para llegar al descubrimiento.

Los investigadores utilizaron técnicas novedosas para llegar al descubrimiento.

Un descubrimiento de proporciones bíblicas

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"Hasta ahora, muchos investigadores asumían que el muro fue construido por Ezequías durante su rebelión contra Senaquerib, rey de Asiria, para defender Jerusalén durante el asedio asirio", señaló el experto. "Ahora resulta evidente que el muro en su parte oriental, en el área de la Ciudad de David, fue construido antes, poco después del gran terremoto de Jerusalén, y como parte de la construcción de la ciudad", añadió.

El Antiguo Testamento indicaba que al menos parte de las fortificaciones eran obra de Uzías en II Crónicas 26:9, en un pasaje que lee: "Uzías edificó torres en Jerusalén, en la puerta de la Esquina, en la puerta del Valle y en la esquina del muro, y las fortificó".

Con ayuda de la tecnología

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La muralla que rodeaba Jerusalén.

La muralla que rodeaba Jerusalén.

El descubrimiento fue posible gracias a nuevas técnicas para determinar la edad de las fortificaciones. Elisabetta Boaretto, del instituto Weizmann, señaló que las pruebas con carbono 14 eran poco satisfactorias, ya que daban un rango de entre 200 y 300 años. Ahora, con las nuevas técnicas, se consiguió llegar a un período de 10 años, algo que finalmente dejó en claro la época en la que fueron construidos los muros.

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Otra de las conclusiones del estudio es que la expansión de Jerusalén se produjo cinco generaciones antes de lo que se creía, y se debió al crecimiento interno de la población, no a la llegada de refugiado de otros países.