El histórico buque que desembarcó las primeras tropas en la guerra de las Islas Malvinas en la noche del 1º de abril de 1982 dejará de ser parte del patrimonio estatal, por lo que podría terminar su historia como chatarra.
Se trata del ex-Destructor ARA Santísima Trinidad, que estuvo casi tres años semihundido en la dársena de la Base Naval de Puerto Belgrano por la rotura de una válvula.
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A través del Decreto 1017/2020, publicado este jueves en el Boletín Oficial, el presidente Alberto Fernández declaró "en desuso" al ARA Santísima Trinidad y facultó a la Armada "para que proceda a su enajenación definitiva del patrimonio del Estado Nacional".
El ARA Santísima Trinidad fue construido en el Astillero Naval Río Santiago a comienzos de la década de 1970 y guarda una riquísima historia.
Durante su construcción fue atacado por Montoneros, lo que demoró su finalización, y luego de su armado en territorio argentino, en abril de 1981 fue trasladado a la Base Naval de Portsmouth, en Inglaterra, para que los británicos concluyeran los detalles técnico de la puesta a punto de los sistemas de radares y de armas: tan solo tres meses después de haber regresado al país, encabezó las acciones militares para recuperar las Islas Malvinas.
El destructor integró la "Operación Rosario" y en la noche del 1º de abril de 1982 fue la primera nave en tocar suelo isleño y desembarcar tropas argentinas.
La última navegación del buque fue en junio de 1989: en 2004 fue radiada, es decir que se procedió al retiro de los elementos y materiales que pudieran servir en otras embarcaciones.
A partir de 2005 y ante la posibilidad de que sea desguazado, vendido como chatarra o utilizado como blanco en ejercicios militares navales, veteranos de la Guerra de Malvinas pidieron al Gobierno que utilizara la nave como buque museo, al igual que la Fragata Sarmiento.
Sin embargo, las tratativas a tal fin con distintas municipalidades no arribaron a buen puerto, algo que asentó el Gobierno este jueves en el decreto.
Producto de su falta de uso y deficiencias en la conservación, una válvula de seis pulgadas se rompió en enero de 2013 y provocó su hundimiento en la dársena de la Base Naval de Puerto Belgrano, ubicada en el partido bonaerense de Bahía Blanca.
El ARA Santísima Trinidad estuvo semihundido durante casi tres años, hasta que a mediados de diciembre de 2015 fue reflotado.
Asimismo, también se indicó que durante la gestión de Mauricio Macri, en 2017, se había definido su "remolque y hundimiento con honores", algo que las actuales autoridades de la Armada descartaron por "el riesgo de acaecimiento de un nuevo accidente, del esfuerzo humano y de las erogaciones que ello exigiría".