"El censo está en marcha y ya se están analizando los resultados para, en base a eso, establecer un proyecto y un presupuesto para mejorar el arbolado", informó Carrieri.
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Uno de los tantos árboles caídos durante el último Zonda, del viernes pasado.
Qué hacemos con el arbolado público hoy, sin el presupuesto y los resultados del censo
El diagnóstico de Carrieri es que "tenemos árboles viejos que están sufriendo todo lo que significa estar en contacto con la urbe, es decir, suelo que no es el adecuado, edificios, cables".
"La idea es que todo el arbolado que no tenga posibilidades de protección futura sea reemplazado para tener un arbolado confiable", dijo y advirtió: "Nunca se podrá evitar que algún árbol se caiga en un fenómeno como el del viernes".
En Mendoza, las especies más adecuadas son aquellas más resistentes a la sequía como fresnos y moreras, "pero no la de hoja ancha sino la de hoja clásica y se está probando el celtis, que es como el olmo, que era fantástico pero fue atacado por una peste".
Para el ingeniero, "mientras más diversidad adecuada haya, mejor" porque si aparece una enfermedad de difícil control, como la que hizo desaparecer a los paraíso sombrilla en Mendoza, se produciría un impacto ambiental grave.
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Imágenes que se repitieron la última semana.
La elección de la mejor especie nunca puede ser a discreción, sino que, según el especialista, hay que tener en cuenta el contexto en el que será plantado: la calle, el ancho, de si hay o no agua.
Como decíamos ut supra, hoy cada organismo es "dueño" de sus árboles. Una propuesta del Consejo es que haya sólo uno que se encargue del arbolado público en general, más allá de las acciones de la Dirección de Recursos como ente regulador.
Qué estamos haciendo mal en Mendoza
"Estamos cortando ramas y raíces", dijo con contundencia el ingeniero Carrieri. "El pasaje de una zanja que corta raíces o el corte de una rama, afecta al árbol. Y el agua no cae en todos lados", agregó.
"Principalmente el problema más grave es la falta de riego", aportó también el ingeniero agrónomo Lorenzo Ferretjans, que visitó Hola Mendoza en Canal 7.
"En Mendoza, no sólo el agua escasea, sino que no se la conduce bien. El agua que entra al Parque -por ejemplo- es suficiente pero antes, la gente con experiencia la conducía para que riegue todos los árboles".
"No utilizamos el agua como corresponde. Tiene turnos, igual que en el sector agrícola, pero cuando circula no hay quién vaya guiándola por falta de personal y una dedicación por parte de los responsables de forestación de los municipios", aportó Ferretjans.
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El ingeniero agrónomo Lorenzo Ferretjans.
Entre las acciones que critica, se encuentran también "los cortes de raíces para acequias nuevas o cableados que hacen que al árbol le falte su sostenimiento redicular". "Ese es uno de los motivos por los que después se cae con un viento", dijo.
Carrieri, agregó que "lo que hay que tratar es cuidar a los árboles desde jóvenes para que sean menos afectados y reemplazar los que se están por caer, como lo exige la ley".
Pero el problema surge cuando hay dudas. En esos casos, se convoca al consejo, a la dirección de Recursos Naturales, a los responsables del Municipio y se evalúa y se hace un diagnóstico y se le sugiere al organismo qué tiene que hacer. "La idea es propender a un arbolado que nos sirva para los próximos 50 años", dijo como premisa.
"Lo otro necesario - agregó Ferretjans como guardián del Parque- es una poda adecuada".
"En algunos casos hay exageración y entonces las ramas se balancean más peligrosamente. La poda debe hacerse cuando el árbol descansa, es decir, de mayo a agosto. Pero últimamente no para", cuestionó.
La labor del consejo provincial fue también duramente criticada por el ingeniero Ferretjans que aseguró que no cumple con la obligación de reunirse una vez por año y presentar un informe anual en la Legislatura para su evaluación.
El censo de arbolado público financiado por el BID
Graciela Marty, coordinadora provincial de Unicipio, detalló en mayo de este año que el proyecto dedicado a la preservación y al cuidado de los árboles que componen el bosque urbano mendocino, parte del Programa DAMI II financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se encuentra en fase de presentación preliminar.
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Graciela Marty, coordinadora provincial de Unicipio.
El proyecto enfoca al arbolado de manera integral y cuenta con varios componentes, que ya están ejecutados en su mayoría. Se han adquirido distintos tipos de maquinarias agrícolas para promover la reforestación y la producción de forestales así como la refuncionalización de viveros.
En octubre pasado, se compraron también siete máquinas destonconadoras para remover las raíces de los árboles talados y así poder replantar un nuevo forestal.
Para diagnosticar la masa forestal en su conjunto, se realizó a partir de 2020, un censo digital de cada árbol viario del Área Metropolitana. Se recorrieron 3.700 km a lo largo de los siete municipios, con una camioneta dotada de dos cámaras: una cámara 360º que toma fotos y otra cámara LIDAR, que otorga una georreferencia a cada árbol.
Como parte de este censo, se realizó también un vuelo fotogramétrico de 2.000 km2 que sirve de base para la plataforma informática de gestión.
El relevamiento digital se encuentra en etapa de ejecución muy avanzada y, aunque no está finalizada, ya se está dando a conocer interinstitucionalmente.
"Este año avanzaremos en la divulgación en el seno interno de cada municipio y en otras instituciones, aunque en paralelo sigamos avanzando para finalizar la ejecución", dijo Marty.
