El árbol al que hacemos referencia es el Ginkgo biloba, también conocido como ‘árbol de los 40 escudos’. Esta planta es considerada un fósil viviente, ya que sus orígenes datan de hace miles de años.
Este árbol milenario se caracteriza por medir hasta 35 metros de altura, tener copa estrecha, forma piramidal y estar conformado por uno o varios troncos. La belleza de esta especie culmina en sus extravagantes hojas, las cuales desde hace 2.000 años se han utilizado en la medicina alternativa frente a diversas dolencias, relacionadas sobre todo con la memoria y el flujo sanguíneo, según detalla el sitio ‘Marca’.
En esta línea, ‘Mayo Clinic’ resalta que los suplementos e infusiones a base de esta planta están generalmente realizados con el extracto que se obtiene de sus hojas, las cuales contienen flavonoides, destacados por sus cualidades antioxidantes, fundamentales para proteger a las células y evitar el deterioro cognitivo. Además, ofrece terpenoides, que son las sustancias que ayudan a mejorar la circulación, dilatando los vasos sanguíneos y reduciendo la viscosidad de las plaquetas.
‘Mayo Clinic’ destaca que el extracto de Ginkgo podría mejorar moderadamente la memoria en los adultos sanos. En sintonía, una infusión de estas hojas incrementa la circulación ocular y contribuye a la recuperación de accidentes cerebrovasculares.
Por otro lado, de acuerdo a estudios publicados por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, sus extractos contribuyen a generar más calma y a aumentar la relajación. Por lo tanto, estamos ante un árbol milenario cuyo extracto combate el estrés y disminuye el trabajo del sistema nervioso.
También se destacan los antioxidantes que forman un escudo contra las células del organismo frente al deterioro y enfermedades como el cáncer, de acuerdo a lo manifestado por el American Association of Retired Persons de Estados Unidos (AARP, una organización sin fines de lucro que ayuda a personas mayores de 50 años a mejorar su calidad de vida).