Semana de las madres

Día de la madre: Aluhé, el mayor orgullo de Alejandra y una lección de amor incondicional

Llega el Día de la Madre y Alejandra Usubiaga comparte la historia de amor con su hija Aluhé, de 12 años que nació con apenas 800 gramos y usa silla de ruedas

“Aluhé es mi mejor maestra. Ser su mamá es descubrir que el amor se mide en sonrisas y vivencias compartidas. Cada mañana, su existencia me recuerda que la vida, a pesar de todo lo que nos toca sortear, está llena de milagros”, dice Alejandra Usubiaga con un orgullo que no puede ocultar justo a pocos días del día de la madre.

Aluhé le enseñó a mirar la vida con otros ojos, despacio, sin prisa, a celebrar cada pequeño logro como si fuera un triunfo. “Ella es mi mayor maestra -repite-. Me enseña que una discapacidad no es un límite ni un obstáculo, sino un impulso para no bajar los brazos y luchar por sus derechos, por su felicidad”.

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Aluhé y su mamá. Un amor incondicional y una demostración de esperanza.

Aluhé y su mamá. Un amor incondicional y una demostración de esperanza.

Y esa felicidad se refleja en su sonrisa luminosa y en su mente despierta. Aluhé Cisneros Usubiaga tiene 12 años, una inteligencia admirable y una dulzura que conquista. En la libreta de sexto grado de la Escuela María Auxiliadora, el año pasado no hubo una sola nota menor a 10.

Nació en Fray Luis Beltrán, con apenas 5 meses de gestación y 800 gramos de peso, y desde entonces su historia está escrita con valentía.

La niña que atravesó numerosas cirugías y una mamá que siempre fue pilar

A lo largo de su vida atravesó innumerables cirugías -en el corazón, la médula, los pulmones y, la más reciente, para enderezar su columna-. Aquella intervención de más de 10 horas coincidió con una de las mayores alegrías de su vida: mientras estaba en quirófano, su escuela la nombraba abanderada nacional. “Recibimos la noticia en medio de la angustia, en la sala de espera. Fue una mezcla de orgullo, miedo y esperanza”, recuerda su mamá.

Aunque no pudo sostener la bandera en alto ese día, pudo hacerlo más tarde, cuando terminó la primaria. “Es nuestro ejemplo, una nena madura, alegre, con una fortaleza que nos enseña todos los días a agradecer el simple hecho de vivir”, dice Alejandra.

Desde pequeña, Aluhé sueña con poder caminar. “Siempre tiene ese anhelo en su mente. Dice que va a ponerse las pilas y lo va a lograr”, cuenta su mamá, que ya perdió la cuenta de las veces que su hija la sorprendió con su determinación.

La tarde en que la niña le dijo a su mamá: "No te quejes, debés valorar que podés caminar"

Un día, mientras Alejandra se quejaba del cansancio, su hija la miró y le dijo:

—Mamá, no te quejes. Deberías valorar que podés caminar.

Aquella frase, sencilla y profunda, quedó grabada en su memoria.

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Numerosas cirugías, bullying y una lucha diaria por salir adelante. Todo lo lograron.

Numerosas cirugías, bullying y una lucha diaria por salir adelante. Todo lo lograron.

La historia de Aluhé está llena de curiosidad, empatía y fe. Ama estudiar y sueña con ser médica o abogada. “Amo a los niños -dice- y también me gustaría enseñar.”

Aunque ha enfrentado episodios de bullying, Alejandra asegura que su hija los superó con dignidad y humor. “Nunca la hemos hecho sentir que algo no puede hacerlo. Ella es fuerte, sensible y muy perceptiva. Escucha todo, comprende todo y, aun cuando se cuestiona cosas, nunca se enoja por lo que le toca vivir”.

Su nacimiento prematuro fue apenas el inicio de una vida extraordinaria. Pasó 90 días en Neonatología y participó con su familia en el programa “Mamá canguro”, que promueve el contacto piel a piel entre madre e hijo. “Estoy convencida de que ese calor y ese vínculo la ayudaron a salir adelante”, reflexiona Alejandra.

Hoy, Aluhé sigue sorprendiendo a todos con su energía y sus ganas de vivir. Es solidaria, sociable y carismática. Su paso por la escuela fue un ejemplo de superación, pero sobre todo de amor.

“Ella me enseñó que la verdadera fortaleza no está en conseguir metas rápidamente, sino en mantenerse en pie, sonriendo y agradeciendo. Ser su madre es mi mayor orgullo”, reflexionó poco antes del día de la madre.