El descubrimiento más raro
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El descubrimiento sorprendió al joven pescador, quien lo consideró "buena suerte".
Cuando regresó a tierra, Kramer llevó la langosta, de un color azul profundo, con tonos púrpuras y rosados, en el Centro de Ciencia de la Costa confirmaron que se trataba de una langosta algodón de azúcar.
Esta mutación es una de las más raras que se puede encontrar en una langosta. El pescador, por ejemplo, ya había sacado del océano uno de estos animales de color azul, pero por suerte se dio cuenta de que esta era aún más rara.
La mutación de algodón de azúcar, que le imparte a la langosta su tonalidad única, sólo se da en 1 cada 100 millones de langostas. Además de darle un color inigualable, son más difíciles de encontrar, ya que esta tonalidad las vuelve presas fáciles para los depredadores.
Otro caso recordado
La última vez que se había reportado el descubrimiento de una langosta algodón de azúcar fue en el 2018. En esa ocasión el animal apareció en Canadá, y su aspecto era un poco más extraño.
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Esta langosta tenía colores más suaves y se notaba más el rosado, lo que la hacía parecer casi un fantasma o un alien en medio de sus "hermanas" de color marrón.
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Otras mutaciones de color de estos animales pueden ser las langostas rojas, con un ejemplar cada 10 millones y las naranjas, amarillas y de dos colores, con una cada 30 a 50 millones.