Jared Voris andaba mirando huesos guardados en cajones del museo. Fósiles que habían traído de Mongolia en los 70. Cuando los vio algo no le cerró. Esos huesos llevaban décadas clasificados como una especie conocida pero Voris pensó que había algo raro. Se puso a estudiarlos bien y descubrió que tenía un dinosaurio nuevo, un descubrimiento sorprendente.

Le pusieron Khankhuuluu mongoliensis que significa "príncipe dragón de Mongolia". Este descubrimiento cambió bastante lo que sabíamos sobre cómo evolucionaron los tiranosaurios porque este bicho podría ser el antepasado directo del rey de los dinosaurios, según marca el estudio publicado en la revista Nature.

Descubrimiento: más chico pero igual de feroz

Este tiranosaurio medía 4 metros y pesaba 750 kilos. Parece grande hasta que lo comparas con el gigante que llegaba a los 12 metros y pesaba 15 veces más. Pero ya tenía las características típicas: cabeza grande dientes afilados y esos brazos chiquitos.

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Así era el esqueleto del dinosaurio que había pasado desapercibido a pesar del descubrimiento.

Así era el esqueleto del dinosaurio que había pasado desapercibido a pesar del descubrimiento.

La diferencia es que cazaba diferente. El tiranosaurio rex se animaba con presas enormes pero el príncipe dragón prefería animales más chicos. Era más precavido.

Voris dice que encontró adultos no crías. Los huesos soldados y otros detalles se lo confirman aunque algunos colegas quieren más estudios antes de estar seguros. En paleontología hay que tomarse las cosas con calma.

Cómo se movieron por el mundo

Los científicos estudiaron cómo se desplazaron estos dinosaurios y armaron una historia bastante loca. Hace 85 millones de años este príncipe dragón cruzó de Asia a América del Norte por un puente de tierra que existía en esa época. Fue como la primera gran migración de los tiranosaurios.

Después hace 78 millones de años algunos volvieron para Asia. Ahí se separaron en dos grupos: gigantes como el Tarbosaurus y especies más flacas como el que le dicen "Pinocho rex". La tercera vez que migraron hace 68 millones de años trajeron de vuelta una especie gigante de Asia a América del Norte. Y probablemente de ahí salió el famoso depredador.

Todo esto empezó porque a alguien se le ocurrió revisar unos huesos viejos que estaban guardados hace décadas. Seguro hay más historias esperando en otros cajones de museos.