Los investigadores descubrieron lo que parecían poros llenos de dentina al examinar los fósiles. La dentina es un tejido calcificado que se encuentra justo debajo del esmalte en los dientes humanos, pero que aparece en protuberancias externas en la armadura de peces antiguos.
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Los científicos analizaron diferentes especies para llegar al descubrimiento.
Durante el análisis más detallado, los científicos se dieron cuenta de que los supuestos poros revestidos de dentina eran en realidad más parecidos a los órganos sensoriales en los caparazones de los cangrejos. Esta evolución del tejido mineralizado ayudaba a los animales antiguos a percibir su entorno.
El descubrimiento aclaró la confusión sobre la categorización de A. heintzi, revelando que se trataba de un artrópodo invertebrado antiguo, no de un pez vertebrado como se pensaba inicialmente.
La conexión evolutiva
Los vertebrados antiguos como los peces y los artrópodos antiguos creaban el mismo tejido mineralizado para ayudarles a sentir su ambiente. Eventualmente, ese tejido mineralizado evolucionó hasta convertirse en dentina y, posteriormente, en nuestros dientes sensibles.
Los investigadores escribieron en el estudio: "Visto desde esta perspectiva evolutiva, el hecho de que los dientes en la boca sean extremadamente sensibles es menos un misterio y más un reflejo de sus orígenes evolutivos". Esta evolución ocurrió hace al menos 460 millones de años.