Después rinde cuentas: muestra cuánto juntó, qué compró y dónde fue destinado. Para él, la transparencia es clave: publica facturas, comparte destinos, muestra resultados. “La gente de Tupungato confía, porque ve la urna, porque sabe que lo que aporta llega a destino. No me gusta pedir plata por redes ni poner un CBU. Lo que junto es de mi trabajo. Y con eso ya compré más de un millón de pesos en medicamentos”, detalla.
Un camino de solidaridad marcado por la entrega
Leandro creció en una familia trabajadora donde nunca sobró nada, pero tampoco faltó lo esencial. Su madre “Doña Beba” tejía bufandas para los soldados de Malvinas, y él, con apenas siete años, las llevaba a la estación de tren junto a cartas. Ese gesto marcó un rumbo.
leandro cesetti impenetrable chaqueño tupungato (1)
"Los niños no tienen nada: acceso a la salud, medicamentos.... y muchos tienen discapacidad", cuenta Leandro.
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Estudió en escuelas públicas, trabajó desde adolescente y se formó como licenciado en kinesiología y fisiatría en la UBA, con jornadas que arrancaban a las 5 de la mañana y terminaban a las 9 de la noche. “Me recibí en el 2000. Mi idea siempre fue quedarme en el país y devolverle al pueblo lo que me dio: educación pública. Eso me lo inculcaron desde chico”, recuerda.
En 2001 se instaló en Tupungato, Mendoza, con su esposa Alejandra. Allí levantó su consultorio y formó una familia con tres hijos. Pero nunca se conformó con atender solo en su zona: lo movía la inquietud de llegar más lejos.
Misiones solidarias más allá de las fronteras
En 2012 luego de graduarse de osteópata y formar parte del plantel docente de EOBA, se vinculó con el profesor español Jorge Aranda Beltrán, fundador de la ONG Hands with Heart, dedicada a llevar rehabilitación a niños con discapacidad en lugares sin acceso sanitario en diversas partes del mundo. Con él viajó a Bali, Indonesia, donde la discapacidad está rodeada de tabúes religiosos.
leandro cesetti en chaco
Leandro se crió en Mayor Buratovich, provincia de Buenos Aires y desde niño le enseñaron el valor de la solidaridad.
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Fue el primer argentino en sumarse a ese tipo de misiones donde solamente participaban profesionales europeos. “Mostré la bandera argentina con orgullo. Atendimos a chicos que nunca habían tenido acceso a una terapia. Fue impactante”, relata.
Después vinieron las experiencias en Costa Rica, tres viajes a comunidades indígenas en la selva de Talamanca de difícil acceso donde los pueblos originarios Bri-Bri y Cabecar fueron los destinatarios de la atención a niños y adultos con diversas discapacidades. En ese lugar la salud es un lujo y la medicina tradicional convive con la falta absoluta de insumos básicos.
Un golpe de realidad en el Impenetrable chaqueño
Pero el viaje que más lo marcó fue dentro de Argentina. El Impenetrable chaqueño lo recibió junto al doctor Aranda con su crudeza: pobreza extrema, comunidades sin agua, sin electricidad, sin acceso a medicamentos. “En nuestra primera visita en el 2022 lo que vimos fue comparable con las zonas más pobres de África. Encontramos chicos discapacitados sin certificado, sin tratamiento, sin derechos. Atendimos a 88 personas en pocos días, muchos en estado de malnutrición. Sin lugar a dudas la comunidad Qom y en especial la Wichí son los que más sufren y necesitan atención de todo tipo”, recuerda.
leandro cesetti bebe chaco
"Muchos bebés del Chaco nacen con malnutrición y numerosas enfermedades", dijo el kinesiólogo de Tupungato.
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El impacto de esa primera misión generó un compromiso personal, profesional y espiritual. Esa experiencia lo llevó a volver solo, meses después, con una propuesta formal al Estado provincial: relevar, registrar y atender a todas las personas con discapacidad, entregar certificados y abrirles la puerta a beneficios y programas de tratamientos de rehabilitación.
“El dolor ajeno me impulsa. No puedo mirar para otro lado”, resume. Lamentablemente esa propuesta quedo dormida en los cajones de la casa de gobierno. Actualmente ya son 5 misiones solidarias y altruistas donde se han atendido a más de 500 pacientes y en las últimas dos con entrega de medicamentos en los parajes gracias a la recaudación en su consultorio. Lo que más lo conmovió fue la reacción de la gente cuando entregaba medicamentos básicos y el amor recibido de cada una de las personas que atendió.
leandro cesetti costa rica competencia de arco y flecha
Día del Aborigen en Costa Rica y una competencia de arco y flecha.
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“Era como darles agua en el desierto. Una simple caja de paracetamol era un tesoro. Es increíble sentir el amor de esa gente, están siempre agradecidas y te lo demuestran. Un verdadero ejemplo de que los que menos tienen siempre te dan más y cada vez que vuelvo del Chaco es un baño de realidad que hace valorar cada cosa que tenemos”, dice.
El porqué de las campañas en el Chaco: "Quiero devolver lo recibido"
“Muchos me preguntan por qué dejo a mi familia, a mis pacientes y uso mi dinero para ir al Chaco. La respuesta son varias. Primero, porque soy argentino y, como buen argentino, llevo el gen solidario: todos ponemos nuestro granito de arena cuando alguien lo necesita. Segundo, porque soy kinesiólogo y osteópata, un servidor público al servicio de los demás", enumera Leandro.
leandro cesetti en una campaña en costa rica
En una campaña humanitaria en Costa Rica, colaborando en una vivienda.
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"Tercero, porque estudié en la universidad pública y siento la necesidad de devolverle a la sociedad lo que me dio, trabajando muchas veces de manera altruista. Cuarto, porque en esos parajes no hay acceso a la rehabilitación: encontrás adultos postrados o discapacitados que podrían caminar o niños que, por desconocimiento, quedan en una cama cuando en realidad podrían desarrollarse", continúa.
leandro cesetti kinesiologo chaco impenetrable
Leandro lleva siempre a Chaco la camiseta argentina. "Soy, ante todo, argentino", aclara.
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Finalmente, dice, en lo espiritual el viaje es un cable a tierra. "Recibo más de lo que doy, una dosis de amor que me renueva. Para mí, el Chaco es una lección de vida; me muestra que lo poco que tenemos es muchísimo en comparación con quienes no tienen nada. Cada vez que voy vuelvo agradecido, con el alma llena y el espíritu renovado”.
Un consultorio kinesiológico y un sistema simple y eficaz
El sistema que creó en su consultorio es simple y eficaz. Una consulta sin cargo se convierte en una donación. La donación se convierte en medicamentos. Los medicamentos llegan a lugares donde no hay nada.“No soy Maratea ni me interesa serlo. No me gusta pedir dinero por redes. Prefiero que sea fruto de mi trabajo, de lo que la gente deja en confianza. Lo que me importa es que cada peso que entra se transforme en salud para quienes más lo necesitan”, afirma.
leandro cesetti en uno de los hogares humildes visitados
En los hogares humildes lo reciben con los brazos abiertos, asegura.
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Su forma de trabajar tiene otra dimensión: educa con el ejemplo a sus hijos, que lo acompañan en entregas solidarias. Antes de la pandemia solicitaba alimentos no perecedero en forma de donación para luego llevarlos a comedores o merenderos. “Quiero que vean que hay chicos de su edad que no tienen lo que ellos. Que aprendan a valorar y a dar”, explica.
La lucha contra la indiferencia hacia las comunidades indígenas
Leandro también se topó con obstáculos como la insensibilidad de los grandes laboratorios farmacéuticos multinacionales: escribió correos a más de 40 de ellos para solicitar la compra directa de medicamentos con descuentos. En el asunto decía: "solicitud de compra de medicamentos básicos para misión humanitaria en el Impenetrable Chaqueño".
“Pocos respondieron. Y me dijeron lo mismo, que no podían vender a personas físicas, solo a personas jurídicas o farmacias; solo uno me dijo que me podían donar si armaba una fundación. Pero yo soy una persona que trabaja, no quiero burocracia, quiero soluciones. Además, estaba solicitando la compra, ni siquiera donación de medicamentos. En definitiva, podemos decir claramente que las grandes corporaciones me cerraron las puertas”, cuenta.
leandro cesetti donaciones en chaco
Medicamentos, pero también alimentos y otros insumos. Muchas veces Leandro viaja con sus hijos.
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Esa indiferencia lo golpeó, pero no lo frenó. Con más convicción, siguió comprando medicamentos de su propio esfuerzo. “Es triste que en pleno siglo XXI estamos discutiendo si la inteligencia artificial va a dominar al mundo, mientras en Argentina hay poblaciones sin agua, sin electricidad, sin salud. Es indignante”, señala.
Ya piensa en su próxima misión en el Impenetrable y adentrarse en zonas todavía más inaccesibles, sabiendo que los gastos y costos de esas misiones corren por su cuenta suya.
“Va a requerir más logística, más tiempo y más dinero pero necesito continuar yendo a llevar mis servicios de kinesiólogo/osteópata a personas que realmente lo necesitan y no tienen acceso a la salud. Eso es lo que me moviliza”, afirma.
leandro cesetti y la ayuda a chaco
"En las comunidades indígenas no hay acceso a nada y yo decidí devolverle a la sociedad lo mucho que recibí", dijo Leandro Cesetti.
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No se define como héroe ni como referente. “Soy un kinesiólogo que trabaja, que tuvo la suerte de recibir y ahora devuelve. Lo mío es simple: transformar lo que otros me confían en algo que alivie a los que más lo necesitan. Ese es mi motor”, cierra.
La historia de Leandro Cesetti es la de alguien que entendió que la solidaridad no es caridad, sino justicia. Que devolver lo recibido es un acto de coherencia. Que el trabajo silencioso, sostenido y transparente puede cambiar realidades.Desde una pequeña urna en Tupungato, sus gestos recorren miles de kilómetros y llegan donde el Estado no llega. Y demuestran que un solo profesional, con voluntad y convicción, puede marcar la diferencia en la vida de cientos de personas.