A medida que el aceite de girasol se reutiliza (es decir, se vuelve a usar para freír), el mismo va sumando a su fórmula polímeros grasos que elevan el riesgo (a la larga) de accidentes cardiovasculares.
Sin embargo, el número de veces que podemos reutilizar el aceite de girasol depende del tipo de alimento que freímos. Por ejemplo, si el aceite que reutilizamos se usa solo con papas, o únicamente para milanesas, es posible reutilizar el aceite un máximo de 10 veces, siempre y cuando el aceite este almacenado en condiciones ideales.
¿Cómo reutilizar aceite de girasol correctamente?
Lo primero que debes hacer es filtrar el aceite de girasol después de cada uso. Esto ayudará a eliminar los residuos sólidos, como restos de alimentos o empanizados, que quedan después de freír.
Te puedes ayudar de un colador fino o de una gasa, pero no lo hagas cuando el aceite esté muy caliente. Espera un par de minutos.
También debes almacenar el aceite en un lugar adecuado, como por ejemplo un recipiente que no permita el ingreso de aire, ya que esto acelera su oxidación. Además, debes colocar este recipiente en un lugar fresco y oscuro, ya que el calor deteriora el aceite rápidamente.
Evita sobrecalentar el aceite de girasol, ya que esto acelera su descomposición. Te aconsejamos usar un termómetro de cocina para asegurarte de mantener la temperatura ideal entre 160 °C y 180 °C. Si el aceite comienza a humear antes de alcanzar esa temperatura, es señal de que ya no es seguro usarlo.