La familia de las begonias comprende alrededor de 1.500 especies entre las cuales 150 fueron preparadas para su uso comercial en jardinería, con unas diez mil variedades existentes entre las naturales y las híbridas que se fueron desarrollando.
Son oriundas de las regiones tropicales y subtropicales de América, África y Asia. Fueron descubiertas por Charles Plumier, un monje y explorador botánico enviado a las Antillas para estudiar la flora del lugar.
Cómo cultivar estas flores
Para cultivar una begonia tuberosa, lo ideal es plantar el tubérculo en otoño o invierno en un sustrato bien drenado y con buen contenido orgánico, colocándolo en una bandeja con tierra húmeda. También, se puede cultivar a partir de semillas en un lugar cálido y con buena luz para su germinación.
Esta encantadora planta prospera mejor en semisombra, o un lugar del jardín donde reciba luz solar filtrada durante unas horas al día. En caso de posicionar la begonia en el interior del hogar, lo ideal es ubicar cerca de una ventana.
flores de begonia
Las begonias tuberosas se pueden cultivar en el suelo del jardín o en macetas, tanto en exterior como en interior. Imagen: Pexels.
Como es originaria de entornos tropicales, a la begonia le va bien con humedad constante. Lo ideal es regar de dos a tres veces en climas cálidos, siempre evitando el encharcamiento. La mejor técnica es el riego en profundidad, pero hay que asegurarse de que el agua drene bien y no quede estancada en la base de la maceta.
Para un crecimiento saludable y un follaje vibrante, puedes proporcionar fertilizante cada cuatro semanas durante la temporada de crecimiento. En el período invernal, es mejor reducir la aplicación de abono a una vez cada dos meses.