El potus es una planta de interior que suele encontrarse en casas, tiendas, restaurantes y oficinas. Se caracteriza por sus hojas verdes con manchas blancas y forma de corazón. Tiene un follaje abultado y prominente, por eso suelen cortarse esquejes o brazos de la planta para reproducirla.
Esta planta no necesita demasiados cuidados. En invierno se debe regar una vez por semana o cada 10 días, mientras que en verano necesita un riego frecuente cada 4 días. El potus prefiere luz solar filtrada dentro de casa, una maceta grande para que se desarrollen las raíces y humedad en las hojas.
Muchas personas optan por colocar los brazos o esquejes de la planta en un recipiente con agua para que las raíces crezcan. Llegado el momento, este esqueje debe ser traspasado a una maceta con tierra. Te comparto una serie de consejos para realizar este procedimiento sin lastimar las raíces.
Para reproducir el potus necesitas: una planta de potus desarrollada, un frasco con agua, una maceta y tierra fértil. Esta planta crece mucho y sin parar, más aún si se siente a gusto en casa. Muchas veces sus tallos llegan a medir más de 30 cm y esto indica que es el momento clave para cortar un esqueje.
No te preocupes, tu planta no sufrirá y puede seguir creciendo. El esqueje es un brazo joven de la planta que puede colocarse en agua luego de ser cortado para que desarrolle nuevas raíces.
Debes mantener el esqueje en agua durante unos dos meses hasta que tenga bastantes raíces y la planta esté lista para volver a tierra.
Pero, ¿cómo pasar el esqueje enraizado a tierra sin matar la planta? Simplemente debes preparar una maceta con un sustrato de tierra fértil, abonada y con suficientes piedras que permitan el filtrado de agua.
Retira la planta del agua y seca las raíces con mucho cuidado con un papel absorbente. En la maceta, coloca tierra y deja un hueco en el medio para introducir la planta. Una vez colocada, cubre con tierra procurando que la hojas queden fuera y las raíces bien cubiertas.