La clave está en una molécula sencilla, pero poderosa: el metanotiol, un compuesto con olor sulfuroso que se libera en los humanos y está vinculado al mal aliento.
La versión común de este gen está presente en la mayoría de los animales y plantas, incluyendo los humanos, y produce una proteína que convierte el metanotiol en sustancias inodoras.
En algunas plantas, esta molécula es neutralizada por una enzima específica, pero no es el caso del ejemplar conocido como jengibre silvestre. En este caso, el metanotiol no desaparece.
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Descubren que una planta que era ideal para luchar contra el mal aliento ahora atrae insectos
Pero la variante mutada de este gen, como ya se dijo presente en el jengibre, intensifica el olor en lugar de eliminarlo, generando un característico hedor a descomposición.
El hallazgo no solo explica el desagradable olor de algunas plantas, sino que ofrece una ventana fascinante a los mecanismos que permiten la aparición de nuevos rasgos funcionales marcando la evolución de los ejemplares.
Plantas que combaten el mal aliento
Ante este descubrimiento, muchas personas comenzarán a dudar de la eficacia del jengibre para frenar el mal aliento. Como alternativa, algunos de los ejemplares son los siguientes:
- Menta: Conocida por su aroma refrescante y propiedades antibacterianas.
- Perejil: Contiene clorofila, que ayuda a neutralizar los olores y a refrescar el aliento.
- Salvia: Posee propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y refrescantes.
- Hinojo: Ayuda a mejorar la digestión y a reducir el mal aliento de origen estomacal.
- Romero: Tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, y se puede usar en infusiones o enjuagues bucales.
- Anís: Tiene propiedades digestivas y ayuda a combatir la halitosis.