Desde la antigüedad, a esta planta se le otorgaban no sólo capacidades curativas sino, también, místicas y espirituales, específicamente vinculadas a la buena suerte, a la abundancia y al dinero. En la misma línea, el palo de agua contribuye a mejorar la concentración, a aumentar la productividad, generar felicidad, reducir el estrés y también incrementar el flujo energético.
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El palo de agua es la planta de la felicidad.
Al ser una planta de interiores, crece favorablemente en espacios donde recibe mucha luz indirecta. Aunque, es cierto también que está expuesta al polvo y a la suciedad, por lo que debes garantizar una limpieza efectiva de sus hojas si deseas que la planta de la felicidad se mantenga activa.
Conocida científicamente como Dracaena Fragrans, dicha planta de interior tiene una notable habilidad para purificar el aire, absorbiendo la humedad interior y también sustancias nocivas como benceno, formaldehído y xileno. En consecuencia, la planta de la felicidad será un aliado para la salud y el bienestar emocional.
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El palo de agua es un talismán para la fortuna.
Al ser considerada una especie que brinda alegría, la tradición radica en regalar un palo de agua a quienes recién se casan o se van a vivir juntos, como así también a los que están estrenando un auto, un logro académico y hasta un ascenso laboral.
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Para concluir, el Feng Shui asegura que la planta de la felicidad atrae buenas energías, siendo un talismán para la fortuna, al mismo tiempo que repele envidia y malas vibras. ¡Con un palo de agua tendrás un elegante escudo energético!