La historia de Arquímedes está repleta de genialidad, ingenio y misterio. Uno de los episodios más fascinantes atribuidos al gran matemático y físico griego es su supuesto uso de espejos para quemar barcos enemigos, una hazaña que ha intrigado a científicos y curiosos durante siglos.
Cómo un genio griego usaba la física para destruir barcos enemigos con un espejo y la luz del sol
Alrededor del año 212 a.C., durante el asedio de Siracusa, cuando las tropas romanas atacaban la ciudad siciliana, Arquímedes habría ideado una estrategia sorprendente: usar espejos o escudos pulidos para concentrar los rayos del sol y prender fuego a las embarcaciones romanas que intentaban acercarse a la costa.
El dispositivo, conocido popularmente como el “rayo de calor de Arquímedes”, habría sido una formación de espejos o superficies de bronce que, al reflejar la luz solar sobre un punto concreto, generaban el calor suficiente como para encender las velas o la madera de los barcos enemigos.
Durante siglos, los historiadores debatieron si el experimento fue realmente posible o solo una leyenda exagerada. En el siglo XX y XXI, diversos grupos, incluyendo a varios cientificos intentaron recrear el arma solar de Arquímedes.
Los resultados de estas investigaciones fueron mixtas. En 1973, un experimento del ingeniero griego Ioannis Sakkas demostró que con 70 espejos bien alineados se podía encender una réplica de barco romano en cuestión de minutos.
En cambio, los experimentos de algunos científicos en 2005 mostraron que el método solo funcionaba si el barco permanecía completamente inmóvil y bajo condiciones de luz óptimas, lo que lo hacía poco práctico en combate real.
En este sentido, más allá de la veracidad de la historia, el espejo incendiario refleja la extraordinaria capacidad inventiva de Arquímedes, quien también diseñó catapultas, grúas defensivas y sistemas hidráulicos que marcaron la ingeniería antigua.
Su fama trascendió los siglos, convirtiéndolo en símbolo del poder del conocimiento aplicado a la estrategia y la ciencia.
Qué son los espejos ustorios
Un espejo ustorio o ardiente es un gran espejo cóncavo que concentra los rayos solares (o de un cuerpo en combustión) generando un gran calor. Etimológicamente, el término proviene de la palabra ustor, que en latín significa “el que quema”.
El uso de estos espejos para concentrar el calor solar en un objeto se remonta a una antigüedad muy remota, cuando se creía que Arquímedes incendió la flota de Marcelo en el puerto de Siracusa. También se presume que esta arma fue utilizada varias veces en el transcurso de la historia, con fines bélicos.