Si acostumbras a realizar arreglos en el hogar, reparar o pintar muebles, probablemente alguna vez te hayas quedado sin los productos adecuados en medio del trabajo. Por suerte, en esta nota te enseñamos a hacer barniz casero, para que puedas terminar tus proyectos de bricolaje sin salir corriendo a comprar a la ferretería o el supermercado.
Preparar barniz casero para tus proyectos del hogar es una alternativa simple y económica de darle vida a tus muebles y objetos de madera. Además de ahorrar dinero puedes personalizar el acabado y obtener un brillo natural. Si quieres probar algo diferente, existe un truco casero ideal para experimentar y sumar un toque artesanal.
Trucos para el hogar: cómo preparar barniz casero
Un método poco conocido, pero efectivo, es preparar un barniz casero usando ingredientes que probablemente tienes en la alacena de casa: almidón de maíz, miel y aceite vegetal. Aunque suena raro, funciona para preparar un barniz, ya que el almidón aporta cuerpo, la miel da elasticidad y protección, y el aceite ayuda a sellar la superficie con un acabado suave y cálido.
Para hacer esta preparación tienes que mezclar en una olla o cacerola una cucharada de almidón de maíz con media taza de agua, revuelve hasta espesar y deja que se enfríe. Después suma una cucharada de miel y dos cucharadas de aceite. Mezcla bien hasta lograr una preparación lisa y homogénea. Luego de seguir los pasos al pie de la letra, obtendrás un barniz apto para objetos decorativos, manualidades y piezas que no están en contacto constante con el agua.
Para aplicarlo tienes que emplear un pincel suave y extender las capas finas sobre madera, cartón rígido o incluso en cerámica sin esmaltar. Lo ideal es colocar una primera mano, dejar secar unos 20 minutos y repetir hasta lograr el brillo deseado. Entre capa y capa puedes pasar una lija muy fina para obtener un acabado más prolijo.
Este barniz casero es perfecto para renovar objetos del hogar, marcos, cajas, pequeñas repisas y objetos de decoración. En proyectos DIY (Do It Yourself o házlo tu mismo), la clave es animarse a probar.






