Mantener las frutas y verduras frescas por más tiempo es un desafío en muchas casas, sobre todo cuando se trata de consumirlas sin desperdiciar el dinero. Pues muchas veces, al cabo de pocos días, empiezan a marchitarse, perder color o incluso oxidarse, lo que obliga a tirarlos antes de tiempo.
Cómo evitar que tus frutas y verduras se oxiden en la heladera usando un simple repasador
Mantener los alimentos sin que se oxiden en la heladera puede resultar difícil si no se usan ciertos trucos, sobre todo cuando se trata de frutas y verduras
Esa oxidación suele ser a raíz de la humedad, el contacto con el aire y la temperatura inestable. Sin embargo, existe un truco casero que solían usar las abuelas en antiguas épocas. Es muy sencillo y efectivo para conservarlos en perfecto estado durante varios días: se trata de envolverlos en un repasador húmedo antes de guardarlos en la heladera.
El truco del repasador para conservar las frutas y verduras
Las frutas y verduras se deshidratan rápidamente dentro de la heladera por al aire frío y seco. Este proceso acelera su deterioro y provoca que pierdan firmeza, sabor y nutrientes.
Si en vez de simplemente poner las frutas y verduras en la heladera usas un repasador húmedo, actuará como una barrera natural que conserva la humedad necesaria sin empapar los alimentos. De esta forma, se mantiene el equilibrio perfecto para que sigan frescos, crujientes y con buen color.
Para hacerlo debes lavar y secar bien las frutas y verduras. Si es posible, déjalas escurrir unos minutos para quitar el exceso de agua. Ahora humedece un repasador limpio con agua fría. No debe gotear, solo tener un grado leve de humedad.
Después envolvé los alimentos con el repasador y colócalos dentro del cajón de la heladera o en una bolsa abierta y listo, el truco hará su magia. Sin embargo, tené en cuenta que el repasador se debe cambiar cada 2 o 3 días para mantener la frescura y evitar malos olores.
Beneficios de este truco
- Al usar el repasador se crea un microambiente que mantiene la humedad justa y evita que el aire frío deshidrate los alimentos.
- Este truco es ideal para conservar las lechugas, acelgas, espinacas, rúculas, zanahorias, pepinos, zapallitos, manzanas, peras, kiwis y uvas, que tienden a oxidarse.
- También podés envolver hierbas frescas como perejil, albahaca o cilantro, haciendo que se mantengan verdes y aromáticas por más tiempo.
- El contacto directo con el aire frío acelera la pérdida de agua y provoca que tanto las frutas como las verduras se marchiten. En cambio, si los cubres con repasadores húmedos, se genera una barrera natural que conserva su textura.





