Cuando esto sucede, ya sea en piso de cerámica, madera o cemento, suele ser un dolor de cabeza. Intentar rasparlo puede rayar el material, y los limpiadores agresivos muchas veces no logran el resultado esperado. Sin embargo, un ingrediente que todos tenemos en la alacena puede convertirse en el aliado perfecto: el aceite de cocina.
Un dato de color según el gobierno de Buenos Aires, es que se estima un consumo anual de chicles de 250 toneladas en todo el mundo. De acuerdo a estadísticas realizadas en grandes urbes, dentro de todos los desechos generados en la vía pública, los chicles comparten el primer puesto con las colillas de cigarrillos. Más aún, más del 80% de los chicles consumidos serían desechados en la vía pública.
Así que si alguna vez encontrás un chicle pegado en tu piso o vereda, no desesperes ni recurras a productos costosos. Con solo un poco de aceite de cocina podés resolver el problema en minutos, de manera práctica, económica y efectiva, con este paso a paso:
El aceite actúa como un lubricante natural que rompe la adhesión del chicle a la superficie, facilitando su desprendimiento sin necesidad de frotar con fuerza ni dañar el material.
Además de eliminar chicles, el aceite de cocina tiene usos muy productivos y también puede ayudarte a: