Con la llegada de la primavera, comienza la tarea de mantener en perfectas condiciones el pasto presente en tu jardín. Ante esto, muchas son las personas que desechan los restos sobrantes, sin saber que los mismos pueden aportar grandes beneficios para tus plantas.
El pasto recién cortado puede hacer magia con tu jardín.
En concreto, puedes usar el pasto recién cortado como acolchado (mulch) para retener humedad y aportar nutrientes, o como material para compost, mezclándolo con materiales secos para crear abono rico en nitrógeno, o incluso haciendo un fertilizante líquido. De cualquier forma, todo esto tiene ventajas para tus plantas.
Cómo usar el pasto recién cortado en las plantas del jardín
El mantillo de pasto ayuda a controlar las malezas, retener la humedad en la tierra y enriquecer el suelo a medida que se descompone. Por eso, puedes utilizarlo como acolchado para tus plantas.
Todo lo que tienes que hacer es aplicar una capa fina de no más de 5 cm de grosor, esparciendo el pasto alrededor de la base de arbustos, macizos de flores o plantas de huerto.
Con el pasto recién cortado puedes preparar un abono natural rico en nitrógeno, que fortalecerá y hará crecer las hojas de tus plantas. Coloca pasto recién cortado en un recipiente grande con agua y déjalo reposar. La mezcla se descompondrá y liberará nutrientes. Cubre el recipiente para controlar el olor y remuévelo ocasionalmente para oxigenar.
Una vez fermentado, puedes usar el líquido para regar tus plantas. Dilúyelo antes de usarlo para evitar que sea demasiado fuerte. Por último, puedes usarlo como complemento para compost o fertilizante natural.
El pasto recién cortado es un material "verde" excelente para el compost, ya que aporta mucho nitrógeno y humedad. El uso del pasto cortado no solo nutre las plantas, sino que también es una forma económica y ecológica de gestionar los residuos del jardín, evitando que terminen en la basura.
Consejos para mantener el jardín en primavera
- Limpia el jardín: retira las hojas muertas, ramas y malas hierbas que se acumularon durante el invierno.
- Airea el suelo: pasa un rastrillo para aflojar la superficie y mejorar la circulación de aire, agua y nutrientes hacia las raíces de las plantas.
- Incorpora materia orgánica: agrega compost para enriquecer el suelo, mejorar su estructura y aportar nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas.
- Abona el césped: utiliza un abono específico para césped en primavera y considera escarificarlo para prevenir la acumulación de paja seca.
- Siembra de refuerzo: resiembra áreas con césped nuevo para fortalecer su población.
- Poda las plantas: poda arbustos, setos y plantas para darles forma y estimular un nuevo crecimiento.
- Control de plagas y enfermedades: aplica fungicidas y pesticidas para prevenir la aparición de plagas y hongos, especialmente en las plantas debilitadas.
- Ajusta el riego: revisa y reprograma tu sistema de riego automático para las horas de menor temperatura, y asegúrate de que las plantas reciban suficiente agua.