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Ambiente convocó a un equipo de especialistas para recuperar la flora y sanear el piedemonte.
Foto: Cristian Lozano /Diario UNO
La Secretaría de Ambiente de Mendoza convocó a un equipo de científicos del Instituto Nacional del Agua (INA) como al Instituto Argentino de Investigaciones de Zonas Áridas (Iadiza) para hacer un estudio sobre la afectación y proponer estrategias para la recuperación del terreno. Actualmente, el mayor reto es conocer el riesgo aluvional y el potencial peligro de inundación para los barrios ubicados al pie de la precordillera.
Los especialistas comenzaron con una recorrida por El Challao, uno de los puntos donde se multiplicaron los focos de incendio durante casi tres días. El lunes continuarán con el área de Luján de Cuyo y parte de Ciudad.
El presidente de la Fundación del Centro Regional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Cricyt), Mariano Cony, destacó que es muy reciente el diagnóstico, pero en una primera aproximación resaltó: "Hay una mayor superficie impactada, estamos hablando de 4.000 hectáreas, mientras que en el Cerro Arco fueron 1.600".
También el coordinador del proyecto de restauración ecológica de las áreas afectadas por los incendios recientes en El Challao y en Luján resaltó que "hemos visto flora muy dañada con pocas probabilidades de que se regenere por las lluvias. Vamos a esperar a marzo, pero es muy posible que haya que hacer una restauración con nuevas semillas de jarilla".
"Tenemos que esperar para saber si se puede dar una restauración activa con rebrotes o pasiva que es partir de forestar con las especies autóctonas. Tenemos que entender que el daño está y siempre es preferible la conservación a la restauración", aclaró.
Cómo recuperar la flora tras los incendios
Mendoza cuenta con dos bancos de germosplasma. Uno pertenece al Iadiza y el otro es de la Secretaría de Ambiente. Estos lugares son reservorios donde se preservan y se desarrollan las especies nativas del piedemonte.
En un contexto actual de Cambio Climático, eventos bruscos como sequías e incendios, por ser una provincia desértica con características climáticas vulnerables para la vegetación en cuanto a una alta temperatura, baja humedad, se contempló crear material vegetal disponible para sanear, recuperar y reforestar zonas degradadas.
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Carbonizados: así quedó la flora nativa en el piedemonte.
Fuente/ Gentileza secretaría de gobierno
"Nosotros lo que hemos hecho es un relevamiento de la afectación, que eso implicó la quema de la cobertura del suelo y la vegetación natural. El efecto es una impermeabilización en el suelo, lo que evita que se infiltración natural del agua. Cuando hay lluvias torrenciales, el riesgo es que el agua se escurra en mayor cantidad y más rápidamente", explicó el gerente del INA Santiago Ruiz
Lo que se busca prevenir es que los efectos del fuego hayan dañado el suelo, los taludes naturales de los cauces, lo que puede ocasionar el colapso de las alcantarillas y afectación de los barrios más cercanos de Piedemonte. El referente del INA puntualizó: "Ese es el riesgo de lo que puede llegar a pasar y nosotros estamos empezando a hacer un recorrido para el relevamiento de la afectación".
El estudio inició con imágenes satelitales y desde el jueves ya salieron a terreno para comenzar un plan de remediación entre Ambiente y Recursos Naturales.
El antecedente del incendio en el Cerro Arco
En septiembre del 2018 hubo un incendio de grandes características, uno de los mayores que se registraron en los últimos años. Este siniestro afectó el Cerro Arco y parte del Gateado.
En esa oportunidad, se incineraron más de 1.500 hectáreas, aparentemente por la acción de brazas mal apagadas que originaron las llamas.