Las imágenes difundidas por los medios estatales chinos muestran una cubierta de trabajo que, según los expertos occidentales, oculta un catapulta electromagnética diseñada específicamente para el lanzamiento de drones.
Los analistas militares identificaron previamente modelos a escala real del avión de combate no tripulado GJ-11 cerca de los astilleros donde se construyó el Shandong, lo que refuerza las teorías sobre su futuro uso como portador de drones.
El futuro de la guerra naval
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China busca dominar la guerra en los mares.
El nuevo barco anfibio incorpora dos elevadores, ubicados a babor y estribor, que permitirán manejar un volumen mayor de tráfico aéreo en comparación con su predecesor, el Type 075.
Según fuentes cercanas al proyecto, el Shandong podría entrar en servicio antes de que finalice el año 2025, marcando un hito en la modernización de las fuerzas armadas de China.
La implementación de sistemas no tripulados representa una tendencia innegable en la guerra moderna, como destacó el capitán Chi durante su intervención en la televisión estatal CCTV.
El Pentágono analiza con especial interés las capacidades del GJ-11, considerándolo un candidato potencial para las operaciones de portaaviones de la marina china.
La adaptación de este barco para operar con drones demuestra el compromiso de China con la innovación militar y su determinación por desarrollar capacidades navales de última generación.