De acuerdo con un South China Morning Post, estas nuevas unidades fueron capaces de realizar cálculos científicos con una eficiencia casi diez veces superior. El equipo liderado por Nan Tongchao, de la Universidad Hohai de Nanjing, desarrolló una arquitectura optimizada que combina CPU y GPU de fabricación local.
Gracias a innovaciones en computación paralela, esta tecnología mejoró la velocidad en modelos de simulación, lo que impulsará la independencia tecnológica del país frente a las sanciones impuestas por Estados Unidos.
¿Cómo beneficia este avance en tecnología a China?
Chips de computación de alto rendimiento (como el desarrollado por China), se han convertido en fuente de tensión entre Washington y Pekín. Estos se utilizan en dispositivos de uso diario, incluyendo portátiles y teléfonos inteligentes, y podrían tener aplicaciones militares. También son cruciales en la maquinaria necesaria para el aprendizaje de IA.
El ecosistema de tecnología de China continúa evolucionando con iniciativas como Ascend de Huawei y la integración de Kunlun Xin de Baidu en infraestructuras de cómputo en la nube. La combinación de hardware propio y optimización en inteligencia artificial está permitiendo a China reducir su dependencia de semiconductores extranjeros, desafiando el liderazgo de empresas de Estados Unidos en la industria.
La mayor ventaja de Estados Unidos es Silicon Valley, sin duda, el foco supremo de actividad empresarial del mundo. Es el lugar de origen de los gigantes de tecnología como Google, Apple e Intel que han ayudado a forjar la vida moderna. Entretanto, China tiene el beneficio de una base de consumidores más grande. Es el segundo país en población, con aproximadamente 1.400 millones de habitantes.